jueves, 30 de octubre de 2014

LA VIRTUD DE LA HUMILDAD (XXIV)


CAPÍTULO 24 

Confirmarse lo dicho con algunos ejemplos. 

Cuenta Pedro Cluniacense que hubo en la Orden de la Cartuja un religioso de santa y probada vida en quien nuestro Señor conservó tan casto, puro y entero, que ni aun entre sueños tuvo jamás alguna ilusión. Llegándose la hora de su muerte, como asistiesen a su cabecera todos los religiosos, el prior, que, también estaba allí, le mandó que les dijese cuál era la cosa en que entendía haber agradado más a nuestro Señor en esta vida. El respondió: «Padre, dificultosa cosa es la que me mandas, y que en ninguna manera la dijera, si la obediencia no me obligara a ello. Yo desde mi niñez he sido muy afligido y perseguido del demonio; pero según la muchedumbre de los dolores y tribulaciones que padecía mi corazón así era recreada mi anima con las muchas consolaciones que Cristo y la Virgen María, su Madre, me enviaban. Estando, pues, yo un día muy afligido y fatigado con graves tentaciones del demonio, se me apareció la soberana Virgen, y con su presencia huyeron los demonios y cesaron todas sus tentaciones, y después de haberme consolado y animado a perseverar y a ir adelante en la virtud y perfección, me dijo: «Y para que mejor puedas hacer esto, te quiero decir en particular de los tesoros de mi Hijo, tres maneras o ejercicios de humildad, en los cuales ejercitándote agradarás mucho a Dios y vencerás a tu enemigo, y son: que te humilles siempre en esas tres cosas: en la comida, en el vestido y en los oficios que hicieres; de manera que en el comer desees y procures los manjares más viles; y en el vestido, el más pobre y grosero; y cuanto a los oficios, procures siempre los más bajos y humildes, teniendo por grande honra y ganancia ocuparte en los oficios más abatidos y despreciados de que otros se desdeñan y huyen». Y en diciendo esto, desapareció, y yo imprimí en mi corazón la virtud y eficacia de aquellas sus palabras, para hacer de allí en adelante según Ella me había enseñado, y con esto ha sentido mi ánima gran provecho.» 

Casiano cuenta del abad Pafnufio que, siendo monje en Egipto y abad de un monasterio, por sus venerables canas y admirable vida estimado y honrado de los monjes como padre y maestro, llevando mal tanta honra y deseando verse humillado y olvidado y tenido en poco, una noche salió secretamente de su monasterio, y vistiéndose un hábito de seglar, se partió para el monasterio de Pacomio, que estaba muy lejos del suyo y florecía entonces mucho en rigor y fervor de santidad, para que allí, no siendo conocido, le instasen como a un novicio y le tuviesen en poco. Y estuvo a la puerta muchos días pidiendo el hábito humildemente, postrándose y arrodillándose delante de todos los monjes; allí de propósito le despreciaban y daban en rostro, que después de estar harto de gozar del mundo, a la vejez, venía a servir a Dios, cuando parece que venía más por necesidad y porque le diesen de comer y sirviesen, que no para servir él. Al fin le recibieron, dándole cargo de la huerta del monasterio, poniéndole otro por superior a quien en todo obedeciese. Haciendo su oficio con gran exacción y humildad, procuraba hacer todo lo que otros rehusaban, que era lo más molesto de la casa, y no contentándose con lo que hacía de día, se levantaba de noche secretamente y aderezaba las cosas que podía en casa sin que pudiese ser visto, maravillándose todos por la mañana por no saber quién lo hacía. 

Estuvo así tres años muy contento, de la buena ocasión que tenía entre manos de trabajar y ser tenido en poco, que era lo que tanto había deseado. Y como los monjes sintiesen mucho la ausencia de tal Padre, salieron algunos de ellos a buscarle por diversas partes; y ya desconfiados de hallarle, al cabo de tres años, como pasase por el monasterio de Pacomio uno de los monjes de Pafnufio, bien descuidado de hallarle, al fin le reconoció estando el Santo estercolando la tierra. Se le echó a sus pies: los que le vieron no poco se espantaron de esto, y más cuando supieron quién era, por la fama que de él y de sus cosas tenían, pidiéndole perdón. El santo viejo lloraba su desdicha en haber sido descubierto por envidia del demonio y perdido el tesoro que allí tenía. Le llevaron, aunque por fuerza, a su monasterio; le recibieron con incomparable alegría, y le guardaban desde entonces con mucha diligencia. Pero no fue parte esto para que él (con el deseo grande que tenía de ser menospreciado y desconocido, y con el sabor y gusto de aquella vida humilde que en el otro monasterio había tenido) dejase de salirse otra noche. Teniendo antes concertado de partirse en una nao a Palestina que era muy lejos; se hizo así, aportando al monasterio de Casiano. Pero nuestro Señor, que tiene cuidado de levantar los humildes, ordenó cómo allí fuese descubierto de unos monjes suyos que allí habían venido a visitar aquellos Santos Lugares; siendo el santo viejo por estas cosas más estimado. 

En las Vidas de los Padres se cuenta de un monje que habiendo vivido mucho tiempo en el Yermo en soledad, en gran penitencia y oración, le vino una vez al pensamiento que ya debía de ser perfecto, y se puso en oración, y pidió a Dios: Señor, muéstrame lo que me falta para la perfección. Y queriendo Dios humillar sus pensamientos, oyó una voz que le dijo: Ve a tal persona (que era un hombre que guardaba puercos) y haz lo que él te dijere. Y en el mismo tiempo le fue revelado al otro cómo iba a hablarle aquel solitario, y que le dijese que tomase el azote y guardase los puercos. Llegado el viejo solitario, después de haberle saludado, le dijo: «Yo deseo servir mucho a Dios. Dime por caridad lo que me conviene hacer para esto». Le preguntó: «¿Harás tú lo que yo te dijere?» Respondió el viejo que sí. Entonces, le dijo: «Toma este azote y vete a guardar los puercos». Él obedeció, porque deseaba servir a Dios y alcanzar lo que le faltaba para la perfección. Y andaba el buen viejo con su azote guardando puercos, y los que le conocían, que eran muchos, por ser grande la fama de su santidad en aquella tierra, viéndole guardar puercos, decían: «¿Habéis visto cómo aquel viejo solitario, del cual oíamos decir tan grandes cosas, se ha tornado loco y anda guardando puercos? Los muchos ayunos y la mucha penitencia le debieron de secar el cerebro y ha enloquecido». Y el buen viejo, que oía decir estas cosas, lo llevaba con mucha paciencia y humildad, y perseveró así algunos días. Y viendo Dios su humildad, y que llevaba de buena gana aquellas afrentas y vituperios, le mando que de nuevo se tornase a su lugar. 

En el Prado Espiritual se cuenta de un santo obispo que, dejado el obispado y su honra, se vino solo a la ciudad santa de Jerusalén, con deseo de ser tenido en poco, porque no era de nadie allí conocido; vistiéndose pobremente, asentó por peón en las obras públicas, sustentándose de su trabajo. Había allí un conde llamado Efremio, hombre piadoso y prudente, el cual tenía a su cargo reparar los edificios públicos de la ciudad; éste vio diversas veces al santo obispo dormir en el suelo, y veía una columna de fuego que salía de él, que llegaba al Cielo, lo cual le tenía muy maravillado, por verle un hombre tan pobre y sucio con la tierra de los edificios, crecidos el cabello y barba, y que vivía en un oficio tan vil y despreciado. Finalmente, un día no se pudo contener, sin que le llamase aparte, y le preguntase quién era. El santo respondió que era uno de los pobres de la ciudad, y que pasaba su vida en aquel trabajo por no tener con qué sustentarse. Al conde no le quietó esta respuesta, queriéndolo así Dios para honrar a su siervo, descubriendo su humildad; y así le volvió a preguntar una y muchas veces quién era, con tan grande instancia, que le constriñó a descubrírselo, así le dijo que con dos condiciones se lo descubriría: la una, que mientras viviese no había de descubrir nada de todo lo que le dijese; la otra, que no le había de preguntar su nombre. Se lo concedió, y él le descubrió cómo era obispo, y que por huir la honra y estimación había venido huido. 

Cuenta San Juan Climaco de un hombre principal de Alejandría, que vino a ser recibido en un monasterio; al cual el abad, como le pareciese por su aspecto y otras señales hombre áspero, altivo e hinchado con la vanidad del siglo, quiso llevarle por el seguro camino de la humildad; y así le dijo: «Si verdaderamente has determinado de tomar sobre ti el yugo de Cristo, te has de dejar ejercitar con los trabajos de la obediencia». Él respondió: «Así como el hierro está en las manos del herrero sujeto a todo lo que quiera hacer de él, así yo, Padre, me sujeto a todo lo que me mandares». Pues quiero, dijo él, que estés a la puerta del monasterio y te derribes a los pies de todos cuando entran y salen, y les digas que rueguen a Dios por ti, porque eres gran pecador. El obedeció muy bien a esto; y después de haber estado siete años en este ejercicio y alcanzado por este medio una gran humildad, quiso el abad recibirle en el monasterio en compañía de los otros, y ordenarle cómo merecedor de esta honra. Mas él, echando muchos rogadores, y entre ellos al mismo San Juan Climaco, acabó con el superior que le dejase en el mismo lugar y ejercicio que hasta entonces había tenido, hasta que acabase su carrera, como significando o conjeturando que ya el día de su fin se llegaba. Y así fue, porque diez días después de esto, nuestro Señor le llevó para Sí. Y siete días después llevó consigo al portero del mismo monasterio, a quien había prometido en su vida que, si después de su muerte tenía alguna cabida con Dios, le negociaría que fuese su compañero muy presto, y así fue. Dice más el mismo Santo: que cuando estaba vivo y se ejercitaba en aquel ejercicio de humildad, le preguntó en qué se ocupaba o pensaba en aquel tiempo, y respondió que su ejercicio era tenerse por indigno de la conversación del monasterio y de la compañía y vista de los Padres, y de levantar los ojos para mirarlos. 

Se cuenta en las Vidas de los Padres, que contaba el abad Juan que un filósofo tuvo un discípulo que cometió una culpa, y le dijo: «No te perdonaré si no sufres las injurias de otros por tres años». Lo hizo así, y vino por el perdón, y volvió a decir el filósofo: «No te perdono si no das premios otros tres años porque te injurien». Lo hizo así, y entonces le perdonó y le dijo: «Ya podrás ir a Atenas a defender la sabiduría»; con lo cual fue a Atenas, y un filósofo injuriaba a los que entraban a oírle de nuevo, por ver si tenían paciencia; y como le hiciese una injuria y él se riese, le dijo: «¿Cómo te ríes injuriándote yo?» Respondió: «Tres años di dones porque me injuriasen, y ahora hallando quien me injurie de balde, ¿no quieres que me ría?» Entonces le dijo el filósofo: «Entra, que tú eres bueno para la sabiduría». De lo cual concluía el abad Juan que le paciencia era la puerta de la sabiduría. 

El Padre Mateo, en la Vida que escribe de nuestro bienaventurado Padre San Ignacio, cuenta que yendo una vez nuestro Padre en peregrinación de Venecia a Padua con el Padre Diego Lainez, con unos vestidos muy viejos y remendados, viéndolos un pastorcillo, se llegó cerca de ellos y se comenzó a reír y burlar de ellos. Se paró nuestro Padre con mucha alegría; y diciéndole el compañero que por qué no andaba y dejaba a aquel muchacho, respondió: «¿Por qué hemos de privar a este niño de este contento y alegría que se le ha ofrecido?» Y así estuvo parado para que el muchacho se hartase de mirarlo y de reír y burlar de él, recibiendo él mayor contento con este desprecio que los del mundo reciben con las honras y estima. De nuestro Padre San Francisco de Borja se cuenta en su Vida, que yendo una vez de camino con el Padre Bustamante, que era su compañero, llegaron a una posada, donde no hubo para dormir sino un aposentillo estrecho con sendos jergones de paja; se acostaron los Padres, y el Padre Bustamante, por su vejez y ser fatigado de asma, no hizo en toda la noche sino toser y escupir, y pensando que escupía hacia la pared, acertó acaso a escupir en el Padre Francisco, y muchas veces en el rostro. El padre no habló palabra, ni se mudó ni desvió por ello. A la mañana, cuando el Padre Bustamante vio de día lo que había hecho de noche, quedó en gran manera corrido y confuso; y el Padre Francisco, no menos alegre y contento, para consolarle le decía: «No tenga pena de eso, Padre, que yo le certifico que no había en el aposento lugar más digno de ser escupido que yo». 

EJERCICIO DE PERFECCIÓN Y 
VIRTUDES CRISTIANAS.  
Padre Alonso Rodríguez, S.J. 

miércoles, 29 de octubre de 2014

EL FUTURO GRAN MONARCA HASTA EN SU CORONACIÓN SERÁ SEMEJANTE A JESUCRISTO

 


«Un cierto Rey, dice de él el Venerable Bernardino de Bustis, irá a Roma y recibirá del verdadero Sumo Pontífice (porque habremos tenido antipapas) la corona, no de oro, sino de espinas, con la cual querrá ser coronado por reverencia de Cristo coronado de espinas». 

Casi con las mismas palabras lo anuncia también el Venerable Telesforo: 

«Será coronado Emperador de los romanos, no con diadema de oro, sino de espinas, a petición suya, por su amor a la Pasión de Cristo». 

Cita el mismo Bernardino de Bustis una profecía anónima, harto autorizada porque él la adopta, y dice esta: 

«Será coronado Emperador con una corona de espinas; y levantando el estandarte de la Cruz, reunirá un poderoso ejército». 

Este estandarte le será dado por el Papa. 

«El Pontífice lo coronará y lo declarará legítimo Emperador de los romanos, dice la célebre profecía del Padre Capuchino, Y desde la Cátedra de San Pedro levantará el estandarte o Crucifijo y lo consignará al nuevo Emperador». 

El Fundador y Capitán de los Crucíferos no es de maravillar que lleve la Cruz por estandarte. San Francisco de Paula y otros lo anunciaron igualmente. 

Apología del Gran Monarca 2ª Parte, pagina 323. 
P. José Domingo María Corbató 
Biblioteca Españolista. Valencia-Año 1904

martes, 28 de octubre de 2014

LOS MODERNISTAS REDOBLAN LA APUESTA

 


Se equivocan de medio a medio quienes piensan que las sesiones preparatorias del Sínodo terminaron: los modernistas siguen más desafiantes que nunca y no se conformarán con lo que consiguieron hasta ahora, que no es poco.

Véase lo que dijo el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster:

“El impulso del Papa Francisco para hacer que la Iglesia sea más acogedora con los gays no debe ser interrumpido por la violenta reacción de los obispos conservadores. Es preciso ir más lejos.”

“Estoy decepcionado porque no se usó un lenguaje más fuerte acerca de la necesidad de respetar, recibir y valorar a quienes mantienen relaciones homosexuales”

“Este retroceso no es de ninguna manera algo definitivo y espero que el Sínodo del año próximo reinstale la actitud más acogedora hacia los gays”.

“El Papa Francisco rompió las normas como parte de un proceso de diálogo y discernimiento para el futuro de la Iglesia”


Tiene razón Nichols: Francisco rompió las normas y está rompiendo a la Iglesia.

Notas catapúlticas

1) Nichols es un abierto defensor del putimonio. Esto decía en Noviembre de 2011: “We would want to emphasise that civil partnerships actually provide a structure in which people of the same sex who want a lifelong relationship [and] a lifelong partnership can find their place and protection and legal provision… As a Church we are very committed to the notion of equality so that people are treated the same across all the activities of life. The Church holds great store by the value of commitment in relationships and undertakings that people give…

http://www.catholicherald.co.uk/commentandblogs/2011/11/30/archbishop-nichols-says-he-is-in-favour-of-gay-civil-unions

2) Y en su plan de acogida a los homosexuales decidió retirar a los guardias antigays que custodiaban los templos de Londres para impedir los escándalos.


3) Sobre Nichols ver Post del 17 de enero de 2014: “UN PAR DE EMINENTÍSMOS DESCARRIADOS” http://www.catapulta.com.ar/archivos/12074

sábado, 25 de octubre de 2014

STABAT MATER DOLOROSA - PERGOLESI

MILAGROS Y PRODIGIOS DEL SANTO ESCAPULARIO DEL CARMEN - 33


UN FINAL DE BAILE MACABRO Y DESASTROSO 
PARA UNA DONCELLA

Aconteció en una ciudad andaluza, famosísima por sus mujeres, por sus vinos y sus caballos. Erase una Venus por su belleza, pero una Juno por su cólera. De familia muy distinguida y piadosa, había sido educada desde su niñez en un colegio de Religiosas, ingresando a los quince años en la Hermandad del Santo Escapulario y llevando una vida piadosa, cuyas características eran el amor a la Sagrada Eucaristía y la devoción a la Virgen Santísima del Carmen. 

Ángel de pureza y fervor, prometía elevarse a las cumbres de la santidad; pero, no fue así; bajo la constante influencia de lecturas novelescas y de amistades mundanas, vino a perder poco a poco su pristino fervor, acabando por disiparse su espíritu religioso cual se disipan las sustancias aromáticas.

No llegó a dar esos escándalos tan temidos de la mujer, por los que queda difamada de por vida, pero sí esos otros que vienen a ser el ambiente de la mujer coqueta y vanidosa. Ella, la que establecía los cánones de la moda y los escotes más provocativos y escandalosos; ella, la que introducía todos los bailes exóticos más impúdicos; ella, la que promovía cierto género de jiras en las que la moral y el pudor, cual si fuesen estatuas de escayola, salían descalabradas y aun rotas... Su conciencia protestaba indignada y le robaba el sueño de noche. Reprendíanla sus padres, pero nada lograban de ella. La exhortaban los confesores, pero el aire se llevaba sus exhortaciones. 

Una noche primaveral se vistió un traje de baile para asistir a una caseta de feria. El escote de su vestido, que la dejaba casi al desnudo la espalda y gran parte del pecho, la impulsó a quitarse el Escapulario para que no se le viese. ¡ Qué importaba el quitárselo una vez más cuando tantas y tantas se lo había quitado para el mismo fin! Su doncella, joven piadosísima y con quien desde niña tenía gran confianza, la hizo una insinuación respetuosa para que no se lo quitase; mas la contestó con un desplante, llamándola beata y gazmoña.

Después de una noche de bacanal o vergonzosa orgía, al amanecer partió con sus amistades a una jira proyectada la víspera. Los autos condujéronlos rapidísimamente. El lago que allí había, claro y sereno cual un espejo, invitaba a solazarse en él. Los alegres expedicionarios subieron a barcas sin quillas. Ya están dentro..., ya bogan..., ya llegan en medio de él... Cuando he aquí que una falsa maniobra hace zozobrar la primera barca y la joven de nuestra historia se hunde con su traje de baile, para no aparecer jamás...

Milagros y Prodigios del Santo Escapulario del Carmen
por el P. Fr. Juan Fernández Martín, O.C.

lunes, 20 de octubre de 2014

ARCHIPIÉLAGO GULAG

Fray Gerundio

Ya dije en otra ocasión que quien se crea que el marxismo se hundió con la caída del muro de Berlín, es un ingenuo de tamaño natural, además de un pardillo. Las tácticas impuestas por Gramsci se han conseguido un lugar importante en nuestra sociedad occidental atontolinada y dormida, de tal modo que bajo capa de democracia, bondad natural y tolerancia, nos encontramos a los más dignos representantes de la intolerancia, practicantes de las más puras formas de totalitarismo –encubierto al principio… y desatado después–, cuando todos los bobos les han votado o ya les han elegido.

Desde los años sesenta del siglo pasado, se han empleado las tácticas demócratas para imponer el totalitarismo más zafio. Siempre escuché a los intolerantes hacerse los tolerantes y atacar a los demás con el calificativo de fascistas, intransigentes, exaltados y fanáticos. Es la táctica marxista de siempre, puesta en práctica con toda fidelidad por los discípulos de los déspotas de cada época.

Hay algo que es muy habitual en estas prácticas. Se trata de estar predicando y proclamando el amor por las libertades de todo tipo. Apertura de trabas, claridad en las decisiones, libertad de opinión y de expresión, impulso a todo lo que sea contrastar criterios, insistencia en la necesidad de que haya discrepancias… y un largo etcétera. Con estos prolegómenos se llevan a cabo las elecciones políticas, las votaciones, las consultas y los simposios. Hasta que, llegado el momento de ver los resultados, como haya alguien que levante la voz, que discrepe o se queje, lo tiene claro, porque el sistema actúa contra él de forma inmediata. Los que sean viejos o conozcan la historia de la España reciente, verán que los socialismos son la viva estampa de esta actitud. Que ganan las elecciones…, pues machacan al contrario y le echan en cara que nadie les ha votado. Que no las ganan…, pues organizan un golpe de estado, una impugnación de los resultados, una algarabía en la calle, protestas y manifestaciones, hasta que echan al contrario del poder. Así es como actúan.

Claro que lo mismo veo que ocurre en la Iglesia desde los años inmediatamente preconciliares. Ya dijo alguno que el Rin desembocó en el Tiber. Y más ahora, que el Sumo Pontífice se ha declarado previamente como más de izquierdas que de derechas. O sea, que conoce las tácticas no sólo por los libros. Y que le encantan, a juzgar por sus modos y maneras.

El caso es que comenzamos el Sínodo con los consejos de Francisco de que todos hablaran con libertad y no tuvieran miedo de decir lo que pensaban. Por supuesto que muchos no nos lo creímos. Continuamos el Sínodo escuchando disparates de los obispos más lanzados, dispuestos a pisotear la doctrina sobre el matrimonio. Convencidos todos ellos del apoyo papal, por supuesto. No sabemos nada de lo que han dicho o comentado los opositores a Kasper y sus compinches, porque ya se han encargado los dicta-informadores de que no se filtre ni una sola palabra a los medios. La sonrisita de Lombardi mientras cuenta lo que ha pasado, es de antologia.

Y mira por donde, hacen una votación para elegir a los que tienen que redactar el documento final, salen elegidos los representantes del ala más conservadora, y entonces el Papa elige a seis de signo contrario para que sea imposible que las tesis del magisterio de siempre salgan adelante. El que no quiera verlo, peor para él.

Esto es digno de un programa doble cinematográfico: El Imperio-Kasperita contra-ataca y La venganza de los Bergoglianos.

Y es lo que yo digo. Tanta libertad en la boca, tanto G-9 y tanta Colegialidad para destruir, pero nunca para perder la partida. Ya lo decía mi abuela: Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Cuando alguien me dice que le encanta ver opiniones diversas contrastadas, me pongo la cogulla y me sumerjo en la oración: Te pedimos Señor por los intransigentes (con piel de tolerante) que hay en este mundo, para que les hagas perder la partida y que, en su rabia y rechinar de dientes, aprendan a practicar la Verdadera Libertad. Amén.

Espero que no le hayan apagado el micrófono a Burke, como hicieron en su día con Ottaviani. Porque la historia -inevitablemente-, se repite.

Cuando acabo de escribir esto, toda la red está horrorizada con el documento redactado y lanzado ya a la prensa y al populacho, encantado de ver que se instala el pecado en el Templo de Dios. Los católicos, asustados por lo que se viene encima. Ya era hora de que muchos se dieran cuenta. Por mi parte, cada vez me cuesta más trabajo escribir en clave satírica y de humor. Por eso les dejo esta carta, escrita por alguien que pregunta de forma angustiosa lo que muchos ya se están cuestionando, aunque todavía con cierto miedo.

Pero yo sigo insistiendo: los cardenales opositores a este golpe de estado, tienen que hablar YA con fuerza o se harán cómplices de tamaña apostasía. De todos modos, la victoria definitiva será de Dios, Al lado de este totalitarismo, el de Lenin o Stalin era una broma. Porque este que estamos sufriendo es el que pretende implantar la dictadura del pecado. El que no quiera pecar, irá al Gulag. Al menos, hasta que se manifieste el Hijo de Dios, que según anunció Él mismo anunció, acabará poniendo a sus enemigos como escabel de sus pies.

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domingo, 19 de octubre de 2014

SAN ISIDORO DE SEVILLA – DE LA FE



No podemos alcanzar la verdadera felicidad sino mediante la fe; mas es feliz el que con rectitud de fe lleva una vida santa y que con vida santa conserva la rectitud de la fe.


Como de nada aprovecha la fe que se mantiene de palabra, pero no se cree de corazón, así de nada ha de aprovechar la fe que se mantiene en el corazón, si no se pregona con palabras. En efecto, a causa de esta fe recrimina a algunos el profeta cuando dice: Ha perecido la fidelidad, ha desaparecido de su boca (Jer. 7,28). Pues la fe que se cree con el corazón, se proclama con la confesión de la boca para la salud (Rom. 10,10).


Los hombres carnales buscan la fe no como una virtud del alma, sino como un beneficio temporal. Por lo cual dice el Señor: Me andáis buscando no porque visteis milagros, sino porque comisteis los panes (Jn. 6,26).


Algunos, en defensa de la fe, persiguen incluso a los herejes, pero desprecian con insolencia a los fieles que están en el seno de la Iglesia. Refutan, es cierto, a los enemigos de la fe a causa de la infidelidad, pero oprimen a los fieles con el peso de la soberbia.


Cap. XLV Lib. III Sentencias.

viernes, 17 de octubre de 2014

MALACHI MARTÍN NOS DA: PISTAS SOBRE EL TERCER SECRETO DE FÁTIMA


Fátima: “El acontecimiento clave para la Iglesia en el Tercer milenio”. El Tercer Secreto: “Una proposición ‘o-o’, y estamos viviendo ahora en el segundo ‘o’” El castigo anunciado: “Su peor pesadilla, multiplicada exponencialmente”. Son las palabras de Malachi Martin – que leyó el Tercer Secreto de Fátima. 

por Suzanne Pearson 

Durante los cuatro años antes de su fallecimiento, que ocurrió en 1999, tuve el privilegio de conocer el Padre Malachi Martin. Habiendo oído sus entrevistas y leído algunos de sus libros, comencé por pedirle su opinión sobre los cambios desconcertantes en el Santo Sacrificio de la Misa. Acabó ofreciendo guiarme espiritualmente. Tuve entonces con él una interacción sustancial en los cuatro años siguientes, y durante ese tiempo habló muchas veces sobre Fátima. 

Creía que Fátima era el acontecimiento más importante del Siglo XX, y que el cumplimiento de su mandato era la tarea más urgente que la Iglesia y el mundo enfrentan. Al oír sus entrevistas, noté que, cuando hablaba sobre Fátima, hablaba con autoridad, como los contemporáneos de Nuestro Señor habían dicho sobre Sus enseñanzas. Y así, durante nuestra primera conversación telefónica, le dije: ¡“Tengo la impresión que Usted conoce el Secreto de Fátima”! Y el Padre Malachi respondió: “Conozco”. 

Cuando nos encontramos la semana siguiente, aludiendo a su escepticismo sobre el movimiento carismático, pregunté como un chiste: ¿“El Espíritu Santo le reveló el Tercer Secreto”? “Oh no”, respondió. 

“Me mostraron una copia del Tercer Secreto cuando el Papa Juan XXIII lo abrió en 1960 y pidió la opinión de un grupo de Cardenales. Uno de estos Cardenales era el Cardenal Augustin Bea, de quien yo era asistente”. 

Entonces me atreví a preguntar: “El Tercer Secreto es sobre a la apostasía en la Iglesia, ¿no es? Esta hipótesis se basaba en los pocos datos dispersos sobre Fátima que vinieron a ser conocidos durante los años de escasez espiritual de los años 70 y 80, y en el raciocinio de Frère Michel de la Sainte Trinité: “Los castigos materiales ya están predichos en la segunda parte del Secreto”. El Tercer Secreto predice “un castigo de orden espiritual”. 

Me sorprendió cuando el Padre Malachi contestó: 

“La apostasía en la Iglesia forma el fondo o el contexto del Tercer Secreto. La apostasía sólo está ahora comenzando. ¡Pero los castigos previstos en el Secreto son muy reales, son castigos físicos, y son terribles”! 

“Acabamos de matar mil millones de personas” 

Me contó entonces la conversación que había tenido el Cardenal Bea, cuando el Cardenal salió de la reunión con el Papa y sus consejeros en que el Papa Juan XXIII estaba pálido como la muerte: ¿“Qué pasa, Eminencia”? le pregunté. ‘Acabamos de matar mil millones de personas. ¡Mira esto’! Me entregó una hoja de papel con 25 líneas manuscritas. Desde ese día, cada palabra de ese texto quedó grabada indeleblemente en la mente”. 

El Cardenal Bea hizo esa declaración sobre “mil millones de personas” porque el Papa había decidido de no revelar el Tercer Secreto, ni consagrar a Rusia. Pregunté al Padre Malachi si me podía decir alguna cosa más sobre estos “terribles” castigos, que matarían mil millones de personas. Él me explicó que, antes de leer el Secreto, le fue pedido que hiciese un juramento de no revelarlo, pero él creía que debería haber sido revelado, y que Nuestro Señor y Nuestra Señora querían que fuese conocido. 

Por lo tanto, mencionaba el Tercer Secreto cada vez que podría; hablaba alrededor de él, dando mucha información de fondo sobre él, y el mayor número posible de pistas sobre él, sin llegar a revelar el texto. Así consiguió nombrar muy rápidamente una lista de calamidades posibles y dijo que algunas de ellas estaban en el Secreto. 

Aunque la lista incluyese cosas como la 3ª Guerra Mundial, la muerte del Papa, y los Tres Días de Oscuridad, no era particularmente instructiva, porque ni todos los castigos futuros estaban en la lista, y ni todo lo que estaba en la lista era parte de los castigos. 

Una nueva energía puede matar y destruir 

Después dijo: “Sabe, va a venir una nueva forma de energía. Lo importante sobre esta nueva forma de energía es que será muy barata. Tan barata que podría satisfacer las necesidades de cada hombre, mujer y niño en la Tierra, si estuviese en las manos ciertas. Pero está en las manos de quien la usará para matar y destruir”. Entonces pregunté: ¿“No quiere referirse a nuestro país”? Y él respondió: “No. América es mala. Somos culpados de muchos pecados. Pero no somos tan malos. No somos suficientemente malos para matar deliberadamente mil millones de personas. Nosotros no haríamos eso. ¡Pero ELLOS lo harían”! ¿Y quién son “ellos”? No quiso decirme. 

¿Cuáles países serán más afectados? Él dijo que el castigo sería peor en ciertos lugares que en otros, pero que nadie conseguiría evitarlo. ¿Y sería posible sobrevivir el castigo? Respondió pensativamente: “Sí, pero en la mayor miseria”. ¿Y cómo podemos saber cuando esas cosas están prontas a suceder? “Mira los cielos”, dijo, un aviso que repetiría muchas y muchas veces. 

Tal como el efecto que las palabras del Tercer Secreto tuvieron sobre el Padre Malachi, el contenido de esta conversación quedaría imborrable en mi memoria. Después de aquel día, sentí que nunca más miraría mi vida de la misma manera. 

Durante los años que conocí el Padre Martin, él muchas veces haría comentarios sobre la información que me había dado en aquel primer día. Por ejemplo, llegó a decir que podríamos mitigar la severidad de los castigos que se aproximan si supiéramos el contenido del Tercer Secreto. Yo también acostumbraba hacerle preguntas sobre declaraciones que había hecho públicamente durante sus alocuciones y entrevistas, o escribió en sus libros. 

Considerando la totalidad de las pistas que él reveló sobre el Tercer Secreto, pueden dividirse en tres categorías, que él presenta en su libro The Keys of This Blood (‘Llaves de esta sangre’): 

“Un castigo físico de las naciones, envolviendo catástrofes, por la mano del hombre o naturales, en la tierra, el mar y la atmósfera del globo. Un castigo espiritual…[consistiendo] en el desaparecimiento de la creencia religiosa, en un período de falta generalizada de Fe en muchos países. Una función central de Rusia en dos serie de acontecimientos precedentes. En efecto, los castigos físicos y espirituales, según la carta de Lucía, serán colocados en un horario fatídico en que Rusia es el punto del fulcro” 

El Secreto fue presentado como una proposición ‘o-o’, dijo. El Papa de 1960 tenía la obligación de abrir el Secreto, leerlo y hacer lo que decía. Esto es el primer “o”. 

El Papa Juan XXIII rechazó este “o”, y por eso estamos ahora viviendo en el segundo “o”. El castigo espiritual comenzó aparentemente muy poco tiempo después de 1960. En resultado de la negativa del Santo Padre, el Padre Martin dijo: 

“Cardenales, Obispos y sacerdotes están cayendo en el infierno como hojas”. 

“La Fe desaparecerá de países y continentes”. 

“Muchos de los electos perderán la fe. Muchas personas que ahora creen desistirán de creer, en desespero. Las cosas se harán tan malas que, si Nuestra Señora no interviniese, nadie se salvaría”. 

“Dios retirará la gracia” 

El Padre Malachi me dijo que la apostasía en la Iglesia era el fondo o contexto del Tercer Secreto. Pero también dijo que este castigo espiritual era parte del castigo que Dios infligiría si los pedidos de Nuestra Señora no fuesen obedecidos. En esta conexión, dijo varias veces una cosa bastante perturbadora: 

“Dios retirará la Gracia”. Esto parece ser una cosa para Dios muy dura, como si estuviese a sabotear Su propia Voluntad de “que todos los hombres se salven y vengan al conocimiento de la verdad”. Pero debería antes considerarse como un círculo vicioso. Cuando el Santo Padre se negó a revelar el Secreto y se negó a consagrar a Rusia, perdió el derecho a las gracias que habrían ganado para él mismo y para la Iglesia por su obediencia, y, aparentemente, también fue castigado por su desobediencia y concedido menos gracia que anteriormente estaba recibiendo. 

El déficit de gracia continúa a aumentar 

Cada vez que un sacerdote, un Obispo o un Cardenal traiciona a Cristo, subvierte la Fe, invalida una Misa o un Sacramento, abandona su hermosa vocación o la sucia por malas acciones u omisiones culpables, hay en correspondencia mucho menos gracia en la tesorería de la Iglesia, y si multiplicamos cada ofensa por todos los miles que han hecho tales cosas en los años posteriores a 1960, todo esto se aumenta a un déficit enorme de gracia que debería estar presente. Es una espiral descendente. El déficit sigue aumentando. Cada vez más se hace más difícil hacer el bien y evitar el mal. 

El Padre Martin comparó el flujo de gracia a la electricidad que fluye a través de una ciudad. Cuando hay un apagón, todo se detiene. De la misma manera, después de la gran desobediencia de 1960, la Iglesia fue vaciada de su poder. Conventos cerraron, sacerdotes abandonaron sus puestos, la asistencia a la Misa cayó a plomo, todas las medidas de la vida católica declinaron precipitadamente. Esta espiral descendente sólo terminará cuando el Santo Padre consagre a Rusia, pero con el agotamiento continuado del reservatorio de la gracia, cada vez más se hace más difícil para él hacerlo. Cuando pregunté por primera vez al Padre Malachi por qué el Papa Juan Pablo II, con toda su devoción a Nuestra Señora, no había consagrado a Rusia, él dijo: “No consiguió la gracia”. 

Satanás ganará poder en los escalones más altos de la Iglesia 

Otra parte del castigo espiritual que él mencionaba muchas veces era ésta: “satanás ganaría poder, aun en los escalones más altos de la Iglesia”. La declaración más fuerte de este tipo vino de una persona que telefoneó al programa de Art Bell, diciendo que un viejo Jesuita le había dicho: “El último Papa estará bajo el control de satanás”. El Padre Martin respondió que este hombre “habría tenido un medio de leer, o haberse dado, el contenido del Secreto. Sin embargo, dijo que la cita era imprecisa. Y esto es porque nadie estaba autorizado a citar exactamente el Secreto.

Pero aun si la cita “El último Papa estará bajo el control de satanás” esté exacta, el Padre Martin en otras ocasiones modificó dos componentes principales de aquella frase. “El último Papa”, dijo, no significa necesariamente el último Papa antes del fin de los tiempos, sino el último Papa “de estos tiempos”. ¿Quería decir esto el último Papa antes de la Consagración de Rusia? Y después la expresión “bajo el control de satanás” puede tener varios significados. 

El Padre Martin acostumbraba explicar, cuando hablaba de actividades demoníacas y de exorcismos, que hay varias maneras en cómo satanás puede controlar un ser humano. Puede poseer la persona, o parcial o perfectamente. La persona puede haber “vendido el alma al demonio” a cambio de algún favor, o satanás puede controlar de tal manera las personas y circunstancias que rodean esa persona que no consigue hacer nada que sea contraria a la voluntad de satanás. El lamento del Papa Benedicto XVI a varios visitantes a su oficina papal, ¡“mi autoridad acaba ya en aquella puerta”! nos hace preguntar ¿hasta qué punto la Iglesia ya ha llegado a esa situación? 

Podemos ver que el castigo espiritual ha sido aumentando desde 1960. Eventualmente, este déficit de fe y virtud será el ambiente no sólo para uno, sino varios castigos físicos. Este terrible castigo “…no llegará sin aviso”, dijo, “pero… sólo los que ya han estado renovados de corazón – y probablemente serán una minoría – lo reconocerán por lo que es y prepararse para las tribulaciones que seguirán”. 

¿Nos dijo cualquier cosa sobre este aviso? 

Mira los cielos 

En 1997 dijo al entrevistador Bernard Janzen, “…Creo que el gran factor… es lo que sucede en los cielos… ‘Mira los cielos’ es una divisa prudente. Creo que…la señal de Nuestra Señora aparecerá luego en los cielos. Creo que…vendrá como un choque para todos…Creo que…la Iglesia será golpeada duramente por lo que aparecerá en los cielos”. 

“Mira los cielos” fue el consejo que el Padre Martin dio muchas veces, pero especialmente durante la primera mitad de 1997. Por alguna razón, estaba esperando de ver la “Señal de Nuestra Señora”, como le llamaba, aparecer en el cielo aquella primavera. Alguien le preguntó si sería el “Hale-Bopp”, un pequeño cometa que apareció aquel año. “No”, dijo él. Estaba esperando un tipo diferente de señal. Cuando no apareció los finales de junio, me dijo: “Esto quiere decir que no sucederá aún por algún tiempo; tenemos algún tiempo más”. 

¿Para qué tipo de señal estaría esperando? ¿Sería la “Señal de Nuestra Señora”, en el sentido de “Una mujer vestida del sol, con la luna bajo Sus pies, y en la cabeza una corona de doce estrellas”, o sería la “Señal de Nuestra Señora” sólo porque Ella nos instruyó que esperásemos por ella? ¿Sería una señal específica mencionada en el Tercer Secreto, tal como el Segundo Secreto nos había avisado estar atentos para “una noche alumbrada por una luz desconocida” antes del comienzo de la 2ª Guerra Mundial? Irónicamente, dentro de un año después que el Padre Malachi nos había dicho: “Miren los cielos” comenzó a aparecer en los cielos un nuevo fenómeno. No sería la señal que estaba esperando, pero podría aún significa algo en relación a los castigos del Tercer Secreto. 

En el verano de 1998, mencioné al Padre Malachi que, por primera vez en mi vida, parecía no tener energía; estaba completamente exhausta la mayor parte del tiempo. Y dijo: “No se preocupe. No es cosa suya. Están haciendo algo a la atmosfera. Pero tenemos que continuar”. Comencé a mirar los cielos con interés. Día tras día, un grupo de aviones dejaba en el cielo una cuadrícula de largas líneas blancas, largando alguna especie de sustancia blanca vellosa que no se evaporaba. Si continuásemos a mirar encima y observar lo que sucedía, las líneas individuales se dilataron y juntaron unas a las otras, hasta formar una red continua de nubes artificiales. 

Esta actividad, que al principio era esporádica, eventualmente tuvo lugar casi todos los días en todos los lugares, creando una neblina difusa de polvo que oscurece los cielos casi todos los días. Aunque en el principio el proceso fuese fácil de observar, hoy la neblina persistente disminuye tanto la visibilidad que casi tenemos que estar en un avión para ver la recolocación constante de este padrón de listas o cuadriculado por detrás de la cubertura nebulosa permanente. 

El Padre Martín nos dijo que los castigos físicos sucederían en la tierra, el mar y la atmósfera del globo. Él podría ver, durante el último año de su vida, que la atmósfera estaba ya siendo afectada. ¿Podría esto constituir la base para parte del castigo? 

Malachi Martín dijo al entrevistador del show de radio Art Bell en varias ocasiones que, si alguien citase las palabras exactas del verdadero Secreto y le preguntase si era cierto, tendría que decir que sí. Y así, muchas veces había personas que telefoneaban a presentar textos para que él pudiese evaluarlos. En general, enfatizaban desastres horribles como terremotos, maremotos, tsunamis, etc. Una vez, después de oír varios posibles “Secretos” y aclaró que no eran el texto que le habían mostrado en 1960, dijo: “Lo que todos ellos tienen en común es que describen alteraciones en la naturaleza, como si fuese la naturaleza misma rebelándose contra la humanidad. Algunas de estas cosas están en el Secreto. Pero recuérdese que, cuando estas cosas comiencen a suceder, no es cosa de naturaleza, ni cosa de Dios”. 

Esto deja dos posibilidades: satanás y los seres humanos. Su descripción en Keys of This Blood, de “catástrofes, por la mano del hombre o naturales, en la tierra, el mar y la atmósfera del globo”, menciona “por la mano del hombre”, pero no da indicaciones de actividad demoníaca abierta. Parece también excluir catástrofes viniendo del espacio exterior, como la colisión de dos estrellas o la aproximación de un cometa. En verdad, una persona que telefoneó al show Art Bell le preguntó si las predicciones incluían un cometa. “Nada sobre un cometa”, fue la respuesta. 

Catástrofes no naturales y tampoco enviadas por Dios 

Sobre cuando estas convulsiones extraordinarias de la naturaleza comienzan a suceder, él dijo: “recuérdese que no es cosa de naturaleza, ni cosa de Dios”. Parecerá ser cosa natural, o un acto de Dios, pero no es. En el pasado, “catástrofes, por la mano del hombre o naturales” sugería algunas causadas por el hombre, como guerras, siendo otros, actos de Dios como terremotos. Pero hoy, considerando la vasta alteración de nuestros alimentos, del aire que respiramos, y hasta de nuestros procesos de vida, “catástrofes, por la mano del hombre o naturales”, podrían bien ser una combinación de dos factores, o sea, catástrofes causadas por la manipulación de la naturaleza por el hombre y el uso de la naturaleza misma como un arma. 

Energía escalar 

La revelación que el Padre Malachi me hizo de que “va a ser una nueva forma de energía” que puede ser usada para matar mil millones de personas parece corroborar esta tese. Él describió esta energía como extremamente barata, capaz de mejorar las vidas de todo el mundo, pero, al contrario, usada para desarrollar armas de destrucción apocalíptica. Aunque no hubiese dado un nombre a esta nueva energía, una que corresponde a su descripción es la energía escalar. 

La energía escalar se basa en la descubierta de un nuevo género de ondas electromagnéticas que existen en el vacuo del espacio. Estas ondas electromagnéticas “longitudinales” viajan por el eje del tiempo. El tiempo mismo puede ser comprimido en energía por el mismo factor (la velocidad de la luz al cuadrado) por el cual la materia es comprimida para hacer energía. Como la energía puede ser obtenida del tiempo, tal como de otras fuentes, podemos ahora desencadenar la potencia tremenda… comprimida en el tiempo. Es como “poner una rueda de paletas en un río. La energía adquirida es gratuita, visto que el rio está… corriendo, si lo aprovechamos o no”. 

Nicola Tesla descubrió la energía escalar en 1889. Nacido en Croacia, de ascendencia serbia, se naturalizó ciudadano americano en 1891. Trabajó con Thomas Edison, y recibió ayuda financiera de J.P. Morgan. Pero cuando anunció en 1904 que podría usarse ondas escalares para transmitir energía sin alambres, perdió el apoyo de sus patrocinadores. Uno de ellos exclamó: “No se puede utilizar un medidor con la energía libre”. 

Tesla había dicho: “La energía eléctrica está presente en todas partes, en cantidades ilimitadas, y puede hacer trabajar la maquinaria de todo el mundo sin ser necesario carbón, petróleo, gas o cualquier de los combustibles comunes”. Como es natural, a los poderes establecidos no les gustó oír eso, y Tesla murió pobre en 1943

Después de su muerte el FBI confiscó todos los escritos suyos que podrían encontrar, y sus descubiertas han sido suprimidas hasta hoy. En vez de proporcionar al público su tecnología, el Gobierno la mantuvo clasificada, usándola sólo para fines militares. 

Sobre los terribles castigos que amenazan el mundo si persistimos en rechazar la solución de Nuestra Señora, el Padre Martin dijo: “…[E]llos comenzarán inesperadamente y serán acompañados por una confusión generalizada de las mentes y tinieblas en la comprensión humana…” “Partes completas de continentes [serán] cubiertas para siempre por el océano. Naciones enteras perecerán. Naciones enteras perderán la Fe. Catástrofes naturales que el mundo nunca ha visto, asolarán la humanidad. 

Una vez, durante el show Art Bell, una persona telefoneó a preguntar al Padre Martin si los Estados Unidos eran mencionados en el Secreto. Respondió: “Nuestro país no es mencionado específicamente, pero algo muy relevante es mencionado”. 

Rusia y el Tercer Secreto 

El Tercer elemento que el Tercer Secreto comprende, según el Padre Malachi Martin, es Rusia. En todos los puntos del desarrollo del cumplimiento de estas profecías, Rusia sería el gatillo que avanza el proceso. En su libro Keys of This Blood, que salió antes de la caída de la Cortina de Hierro, Malachi Martin escribió un análisis pasmoso sobre el papel de Rusia. He aquí algunos extractos: 

“En 1980, el Papa Juan Pablo II habló a un grupo de católicos alemanes sobre el Tercer Secreto. ¿‘Por qué’ preguntó uno de ellos, ‘Juan XXIII se negó a obedecer a los pedidos del Tercer Secreto’? Dada la gravedad de su contenido’, explicó, ‘mis antecesores en el Oficio Petrino preferían adelantar diplomáticamente la publicación, para no dar motivo al poder mundial del Comunismo para tomar ciertas medidas’”. 

Sus palabras, escribió Malachi Martin, señalan un peligro moral que las naciones capitalistas enfrentan, sobre el cual Lucía es bastante explícita en el texto del Tercer Secreto. Porque el Santo Padre llegó a esa conclusión e hizo esa afirmación, indica que debe ser correcta y basada en hechos objetivos. 

“En verdad, en este ‘Tercer Secreto’” continuó, “las palabras de Lucía son tan explicitas y tan verificables – y por eso tan auténticas – que, si los dirigentes del Partido-Estado Leninista supieran esas palabras, decidirían con toda probabilidad tomar ciertas medidas territoriales y militaristas, contra las cuales el Occidente tendría pocos o ningunos medios de resistencia, y la Iglesia hundiría en una subyugación mayor y más profunda en relación al Partido-Estado. Las palabras de Lucía señalaron una vulnerabilidad terrible en las naciones capitalistas… El Occidente capitalista podría ser vencido por la URSS”. 

Este análisis era comprensiblemente relevante durante la época del Comunismo. ¿Pero Rusia constituirá aún un peligro, después del derrumbamiento de la Unión Soviética? 

El Padre Martin no estaba seguro de que había un derrumbamiento. Muchos funcionarios soviéticos aún mantenían las mismas posiciones, por haber sido electos otra vez a los mismos cargos como “antiguos comunistas”. 

Y también hay el arsenal nuclear de Rusia. Durante la Guerra Fria, nos decían constantemente cuántos mísiles de largo alcance la Unión Soviética tenían apuntados directamente contra nosotros, preparados para desencadenar el Armageddon al pulso de un botón. ¿Están intactos aún estos sitios de lanzamiento? Si el Gobierno ruso actual no tiene planes para hacer la guerra, hay siempre el peligro de un accidente nuclear o que armas puedan caer en las manos de terroristas. 

Rusia lleva la ventaja en el desarrollo de la energía escalar, que es aún más peligrosa que la amenaza nuclear. La mayoría de los papeles de Tesla se enviaron a Yugoslavia después de su fallecimiento, y de allí cayeron fácilmente en las manos de los soviéticos. Mientras la mayoría de las universidades del Occidente ignoraron sus investigaciones a causa de la amenaza que la “energía gratuita” constituía para el comercio a gran escala, las universidades de la Unión Soviética y de sus satélites las incluyeron. Los soviéticos usaron la tecnología de Tesla en su corrida por la superioridad militar en relación a los Estados Unidos. En enero de 1960, Nikita Khrushchev anunció…que Rusia había desarrollado “una nueva arma fantástica, tan poderosa que podría destruir toda la vida en la Tierra” si fuese usada sin restricciones. Algunos investigadores piensan que los soviéticos comenzaron ya en los años 60 a usar esta arma para atacar blancos militares americanos y alterar el clima sobre América. El Occidente, habiendo suprimido las descubiertas de Tesla, se encontraba mal preparado. Por eso, mientras Rusia sigue expandiendo su capacidad escalar, las organizaciones americanas de defensa están corriendo para alcanzarla. 

El obús de Tesla 

El arma escalar más básica es el interferómetro longitudinal, o “obús de Tesla”. En 1908 Tesla descubrió que, con el interferómetro, podría intersecarse dos rayos de ondas escalares. Usando técnicas de rayos cruzados, pueden combinarse ondas paradas gigantes para producir un rayo focalizado de enorme energía. Estos rayos focalizados pueden ser dirigidos contra un blanco en cualquier parte del mundo, debajo del agua o en el cielo. El pulso electromagnético violento que alcanza el blanco lo destruirá completamente. Los rayos pueden ser enviados también a través de la tierra, para desencadenar terremotos o erupciones volcánicas. 

Por lo tanto, además de ser mortíferas, las armas escalares pueden ocultarse detrás de las fuerzas de la naturaleza, llevando las poblaciones-blanco a creer que fueron castigadas por un acto de Dios, cuando en realidad fueron atacadas por un arma desarrollada por hombres. Los pulsos escalares pueden hacer con que las tormentas ganen una fuerza tremenda y se transformen en huracanes o tornados, que, manipulando los corrientes de chorro, pueden ser dirigidos deliberadamente contra blancos localizados. Inversamente, nubarrones pueden ser disminuidos en su energía, haciendo que ellos pasan por alto en el cielo, privando tierras áridas y quemadas de la lluvia que necesitan desesperadamente. 

Al considerar que Rusia toma la delantera en el mundo en el desarrollo de estas armas, es crucial saber si aún hay fuerzas beligerantes de la línea dura estando en acecho en Rusia. Malachi Martin se preocupaba, por ejemplo, con lo que había sucedido al aparato del KGB. En una larga conversación con Bernard Janzen en 1994, dijo que los comunistas no habían sido derribados. “Se retiraron”, dijo. “…Hoy sabemos que los agentes del KGB se mezclaban con las muchedumbres que cantaban en las calles… [Ellos] estaban orquestando acontecimientos…no hubo ninguna revolución en serio… El KGB tuvo una red de… espías, contra-espías, dirigentes de espías, informadores, mensajeros, y asesinos de todos los tipos. Tenían gulags, campos de prisioneros con guardianes, torturadores, capitanes y trabajadores esclavos. ¿Qué sucedió a todo eso? “

…Nadie nos dice. Nadie del KGB fue encarcelado por los crímenes que cometió. Nadie fue llevado a los tribunales. No hubo procesos para condenar los que habían sido asesinos y torturadores… durante aquellos años en los gulags. Nadie ha hablado de esto. ¿Los gulags aún están allá? ¿Aún hay prisioneros en los campos?...” 

¿Quién controla el flujo de la información? 

¿“Quién organizó de tal manera la comunicación social que no nos da respuestas a estas preguntas? Ni siquiera se plantean las preguntas. ¿Quién dice a la gente de la comunicación social que estas cuestiones no sean indagadas?... ¿Quién controla el flujo de información, de modo que no oímos noticias sobre lo que está pasando realmente en Rusia?... 

“La única explicación es que hay un poder más alto a que ambos prestamos homenaje”, dijo Bernard Janzen cuando la URSS aún existía. 

“Hay un grupo de hombres que hace posible tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos. Y ellos han decidido que, entre estas dos superpotencias, pueden acorralar el mundo en un nuevo orden mundial económico…Tanto la Unión Soviética como el Occidente capitalista están siendo dirigidos para producir un mundo sin Dios”. 

La misma conclusión se refleja en su novela Vatican, en que un alto funcionario del KGB confesa al protagonista: “…[N]osotros tenemos miedo de esta asamblea de hombres poderosos… que están encima de los Estados Unidos y encima de la Unión Soviética – encima de todos. Son una ley a sí mismos. Nos quieren ambos muertos, a vuestro lado y nuestro lado. Nuestro verdadero combate es…contra ellos. El grupo totalitario, fascista, internacional, basado en el capital, que es cien veces más inhumano de que Ustedes piensan que nosotros, Marxistas, somos”. 

Los enemigos de la Iglesia: francmasones, satanistas 

Aun en su libro final, la novela Windswept House (Casa barrida por el viento), los masones, los satanistas, enemigos de la Iglesia de todo género últimamente tienen que agradar a una figura misteriosa y tenebrosa, sólo conocida por “Piedra Angular”. 

Un día, mientras caminábamos por la Avenida Lexington en Nueva York, el Padre Martin dijo: “Aún tenemos nuestras estructuras de Gobierno, nuestros procedimientos democráticos, nuestros votos. Pero estamos controlados. En los próximos años, las decisiones que más afectan a nuestras vidas no serán hechas por los americanos”. 

En el Nuevo Orden Mundial, dijo, la nación-estado ya no tiene cualquier significado. Todo es global. Pero el Nuevo Orden Mundial no es tanto político como financiero. Dijo a Bernard Janzen, “…[L]a situación geopolítica actual es dominada por una cosa sola: el flujo de capital y el flujo de bienes de capital. Y ningún país puede quedar fuera de esto…[D]ebamos conformarnos con la nueva geopolítica del comercio…Debamos estar dependientes del Fondo Monetario Internacional… y del Banco Mundial. …Toda nuestra economía deba estar coordinada con la economía global”. 

Los hombres que están por delante del Nuevo Orden Mundial no son leales a ningún país en especial. “…[E]l mercado es dominado por unos 60 a 80 hombres [que] deciden cuáles son las naciones que vivirán y cuáles las que morirán…Son muy, muy ricos y… se hacen cada vez más ricos… Tienen dinero investido en todas las partes del globo. Deciden cuál será el valor de nuestro dinero. Dicen al Presidente de los Estados Unidos lo que va a hacer y lo que no debe hacer. Y él tiene que hacer lo que le dicen”. 

Poder sobre el Vaticano 

Una de las naciones afectadas por esta hegemonía de 60 a 80 hombres, que comandan las fortunas de todas las naciones de la Tierra, es la pequeña ciudad-estado conocida por Ciudad del Vaticano. También está bajo el control de estos pocos hombres poderosos, y debe hacer lo que ellos dicen para sobrevivir. Pero lo que aun era más aflictivo para el Padre Malachi fue la descubierta que la Iglesia misma había sido cómplice, a lo largo de los años, de esta oligarquía financiera todo-poderosa y servidora de avaricia. La vasta riqueza que la Iglesia consiguió acumular se debe en parte a su colaboración en transacciones financieras con sus enemigos más feroces. El Padre Malachi afirmaba que la necesidad de someterse a la voluntad de estos enemigos costó la Iglesia su liderazgo espiritual, de modo que ahora confía en el poder financiero terreno, como en el pasado había confiado en el poder político terreno, en vez de confiar en el poder espiritual que le fue concedido por Cristo. 

“El acuerdo” 

Tan perturbado estaba el Padre Malachi con esta situación que dedicó tres de sus libros al asunto. En su novela Vatican, esta colaboración toma forma concreta en un documento que él llama “el Acuerdo”, que todos los Papas, desde la caída de los Estados Pontificios, habían firmado. La finalidad declarada del Acuerdo era “Conseguir que dos enemigos, la Santa Sé y la Asamblea Universal, entrasen en iniciativas comerciales con beneficio mutuo, mientras continúan a ser enemigos”. 

Dije una vez al Padre Malachi que Vatican era, de sus libros, mi favorito. Respondió que Vatican era la más autobiográfica de sus obras. En otros términos, había incluido en la vida del protagonista mucho de su propia experiencia, y según cabe presumir, también de sus propias convicciones. 

Si yo fuese Papa 

Otro título de este libro podría haber sido “Si yo fuese Papa”, porque, en cierto punto de la novela, hay un conclave en que el protagonista es nombrado para el papado. “No firmaré este Acuerdo”, dice a los Cardenales pasmados, que ni siquiera oyeron hablar de él. Sosteniendo una pequeña hoja de papel que vagarosamente rasga en pedazos mientras explica la historia y finalidad del Acuerdo, avisa: “Si me eligen Papa, habrá consecuencias. Cuando renunciaré el Acuerdo, la Iglesia dejará de gozar de la protección de los poderes constituidos, o de la prosperidad económica que derivaba de ella, pero estaremos de nuevo libres para ejercer la autoridad espiritual que Cristo dio a Pedro y a sus sucesores”. 

Deja caer al suelo los pedacitos de papel. Por supuesto este “Acuerdo” puede no ser más que un artificio de estilo, pero la realidad subyacente por detrás de esta figura literaria puede contribuir mucho para explicar por qué es que siete Papas, uno tras otro, no han osado consagrar a Rusia al Inmaculado Corazón de María. 

Cada nuevo Papa, al leer el Secreto, enfrenta todo el horror de los castigos que nos amenazan. Debe también sentir la presencia amorosa de Nuestra Señora, pidiéndolo, llamándolo, exclusivamente a él. Toda la confianza infantil y amor filial por Ella, que él ha alimentado durante toda su vida, todas las gracias y el valor que ha conseguido adquirir, le serán necesarios ahora. 

Porque al mismo tiempo tiene que aprender por qué es tan totalmente aterrorizante nombrar a Rusia en una consagración. 

Malachi Martin escribió en Keys of This Blood: “Si hay un elemento dominante [en el] Tercer Secreto, es Rusia. Las estipulaciones del Tercer Secreto sólo hacen sentido en relación a Rusia. … 

“… El cambio geopolítico implicado en el ‘Tercer Secreto’ no estaba muy lejos… Rusia era su seno. Rusia era su punto focal. Rusia sería el agente principal del cambio. Rusia sería la fuente de una ceguera y del error, a la escala universal”. 

En aquel Secreto, la elección entre “[p]az mundial o catástrofe mundial [es] descrita en términos de María y…Rusia. La reforma o…deficiencia mortífera de la [Iglesia es] también descrita…en términos de María y…Rusia”. 

Sabemos quién ganará al final. Porque María Santísima prometió: “Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz”. 

Oh Santa María, ¡que venga pronto Tu Triunfo! 

Fuente: fatima.org

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