viernes, 31 de enero de 2014

SAN JUAN BOSCO - 31 DE ENERO


SAN JUAN BOSCO, 

Confesor
n. 16 de agosto de 1815, I Becchi, Italia; 
† 31 de enero de 1888, Turín, Italia 

Patrono de estudiantes; jóvenes; niños; adolescentes; 
muchachos; aprendices; obreros; editores.

Nacido en 1815, San Juan Bosco, hijo de humildes campesinos, perdió a su padre a la edad de dos años y fue educado por su piadosa madre Margarita. Desde que fue elevado al diaconado, comenzó a reunir, los domingos, a los obreros y niños abandonados de Turín. Construyó para ellos un asilo y una iglesia, dedicada a San Francisco de Sales. En 1854, sentó las bases de una nueva congregación, la de los salesianos, que hoy se llaman sacerdotes de Don Bosco; en 1872, fundó las Hijas de María Auxiliadora. Murió el 31 de enero de 1888, venerado por todo el mundo por su santidad y sus milagros. 

MEDITACIÓN 
SOBRE LA NECESIDAD 
DE MORTIFICARNOS 

I. Aquél que odia su alma en este mundo, la conserva para la vida eterna. Estas palabras de Nuestro Señor indican la necesidad que se nos impone de mortificarnos. La ciudad de Babilonia, es decir, de los réprobos, comienza por el amor a sí mismo y termina por el odio a Dios, dice San Agustín. La ciudad de Jerusalén, es decir, de los predestinados, comienza por el odio al cuerpo y termina por el amor a Dios. El amor a Dios crecerá en ti en la misma proporción que el odio a tu cuerpo. Mide con este metro: para conocer en qué medida eres perfecto, considera en qué medida te mortificas. 

II. Tu mortificación debe comenzar cortando por lo vivo todos los placeres y deseos que pudieran impedirte cumplir los mandamientos de Dios. Corta todo lo que pueda impedirte cumplir con los deberes que te impone el estado de vida que hayas abrazado. En fin, hay una mortificación que no es como la anterior, obligatoria, sino sólo de consejo; consiste en abstenerse aun de los placeres permitidos. Es la que practican las almas santas; ¿las imitas? 

III. La mortificación será para ti cosa fácil, si consideras que ella te impide caer en muchas faltas. Además, eres pecador: debes, pues, hacer penitencia y mortificarte para disminuir, por compensación, lo que debes a la justicia de Dios en el purgatorio. Eres cristiano: ¿concuerda acaso el vivir en el placer y adorar a un Dios crucificado? No temas los rigores de la mortificación; ella posee dulzuras escondidas que sólo pueden gustar los que la abrazan decididamente. Ves la cruz pero no conoces sus consuelos (San Bernardo). 

La imitación de Jesucristo. 
Orad por la educación de la juventud. 

ORACIÓN 
Señor, que habéis hecho de San Juan Bosco, vuestro confesor, padre y maestro de los adolescentes, y habéis querido hacer florecer en la Iglesia, por su intermedio, nuevas familias religiosas con la ayuda de la Santísima Virgen María, haced que inflamados con el mismo amor busquemos las almas y os sirvamos sólo a Vos. Por J. C. N. S.

Santoral del P. Grosez, S.J.
Tradición Católica.com 

martes, 28 de enero de 2014

BLAS PIÑAR: ¡PRESENTE!

FIEL REPRESENTANTE DE LOS IDEALES: "DIOS, PATRIA, JUSTICIA"
blas piñar
Blas Piñar López ha fallecido cristianamente en Madrid.
Nacido en Toledo en 1918. Político, notario y escritor, vinculado desde su juventud a la Acción Católica, fundó en 1966 la Editorial Fuerza Nueva que se convirtió formalmente en partido al iniciarse la llamada Transición. Fue consejero nacional del Movimiento y procurador en Cortes y en 1957 fue nombrado director general del Instituto de Cultura Hispánica. En 1979 fue elegido parlamentario por Madrid y tuvo ocasión de oponerse brillantemente a la política de auto-demolición y cesiones a la izquierda programada por la UCD así como a la configuración del “Estado de las Autonomías”
Orador, escritor, teólogo… Rogamos a los lectores de TD una oración por el eterno descanso de su alma y pedimos a Dios premie sus servicios a la causa de la España católica.
[…] Quédate conmigo Jesús amado.
Para el trance difícil de la muerte,
dame tu ayuda y tu cayado.
¡Que tenga yo, Señor, la inmensa suerte
de bañado por luz divina verte,
de amarte y ser amado y no perderte (Blas Piñar).
Fuente: Tradición Digital 

POR SUS FRUTOS LOS CONOCEREIS




Esto ocurre en la iglesia conciliar, aquella que Mons. Fellay y sus adictos llaman católica y a la que el P. Bouchacourt invita a ir:

Bautiza, casa y oficia misa con nariz de payaso.






¿Y por qué no? Si el jefe lo hace…



Imágenes vistas en Stat Veritas

lunes, 27 de enero de 2014

DICHOS DE SANTOS


“Si no quieren saber la verdad, 
que no me busquen”.

Santa Teresita del Niño Jesús

viernes, 24 de enero de 2014

LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA EN EJEMPLOS - 17


UN «EXTRAVIADO» QUE VOLVIÓ A DIOS 

Un misionero, Párroco de Cuzco (Perú), escribe: 

En mi extensa Parroquia, y con la colaboración de un grupo de Catequistas, estoy haciendo campaña de difusión del rezo de las tres Avemarías. Y el éxito es grande porque Dios hace derroche de sus gracias mediante su Madre Santísima... 

«En junio de 1969 pasé por una "hacienda" muy alejada de los caseríos y aldeas. El dueño de la finca ya era de edad avanzada; había sido seminarista, y luego, sin contraer matrimonio canónico, se unió a una mujer con la que tuvo varios hijos. Aproveché mi visita para dejarle una estampa sobre la devoción de las tres Avemarías, recomendándole que no dejara de rezarlas todos los días, y siempre que sintiese preocupación por cualquier problema. 

»A finales del mes de octubre vinieron a buscarme de parte del dueño de aquella. "hacienda' para pedirme con insistencia que, no obstante la distancia, fuera a aquella casa, porque dicho señor estaba muy grave y deseaba recibir los últimos Sacramentos. 

»Allí fui acompañado de dos Catequistas, y al vernos el enfermo, llorando amargamente y con voces entrecortadas, pidió confesar. 

»A continuación declaró que había rezado las tres Avemarías desde que se las había aconsejado y que a poco de rezarlas se sintió movido a "regularizar su vida" y volver a la gracia de Dios. 

»Tanto le ayudaba la Santísima Virgen a su cambio espiritual, que hasta empezó a rezar el Santo Rosario durante su enfermedad. 

»Como apremiaba su gravísimo estado, sin pérdida de tiempo contrajo matrimonio, recibió la comunión juntamente con su esposa y los hijos legitimados, y le administré la Extremaunción. 

»Media hora, exactamente, después de esto, descansó en la paz del Señor.» 

La Madre de Dios había acreditado una vez más su especial patrocinio respecto de quienes la invocan con las tres Avemarías. 

(P. Braulio Ascarza Sotelo. — 7 noviembre de 1969. — Perú). 

(«Los asombrosos frutos de una sencilla devoción»)

miércoles, 22 de enero de 2014

LAS VIRTUDES DE SAN PABLO DE LA CRUZ - I


I
HUMILDAD PASIONISTA

La humildad no es la santidad, pero sí base y fundamento de la misma. 

"Para levantar el edificio de una santidad verdadera y sólida es preciso asentar bien las bases de una profunda y sincera humildad", ha escrito el P. Arintero. 

Esto lo sabía muy bien San Pablo de la Cruz. Lo sabía y lo practicaba. De ahí que en su recia espiritualidad campee la humildad como una de sus virtudes características más, salientes. 

El amor a Cristo doloroso y la humildad vienen a ser como el binomio de la personalidad sobrenatural de San Pablo de la Cruz. Por ser la humildad, como se ha dicho, fundamento de la santidad, y ello en todos los santos, pero de manera particular en nuestro biografiado, damos comienzo al estudio de la santidad del gran Apóstol de la Pasión por el capítulo dedicado a la virtud de la humildad, la cual, para nuestro Santo, es también la cadena de oro que engarza todas las virtudes y la joya más preciada de Cristo. 

Pensar bajamente de sí mismo, conocer su nada en cuanto al ser y al obrar, reconocer su absoluta y total dependencia de Dios y vivir en un estado de bajeza ante la grandeza y omnipotencia infinitas del Creador constituyen el fundamento de la humildad de San Pablo de la Cruz. 

"Dios —solía decir— me ha quitado todas las gracias; pero ésta de conocerme a mí mismo, no". 

Llámase costal de gusanos y podredumbre, miserable tizón del infierno, el hombre de la nada y el siervo inútil para toda obra buena. Y todas las obras que realiza y todas las empresas que lleva a cabo por la gloria de Dios y el bien de las almas y todas las maravillosas conversiones que alcanza en sus predicaciones, atribúyelas a la gracia y al poder de Dios. 

Siendo Fundador del Instituto de la Pasión, no consiente le llamen con dicho título, pues el Fundador del Instituto, según él, es Jesucristo. Pablo de la Cruz, a su entender, es un estorbo en la Congregación, un siervo inútil y un leño seco que sólo sirve para arder en el fuego. 

Cierto día deambula con sus religiosos por un campo agreste y solitario. A la vera de un camino encuentra un árbol retorcido y seco. Señalándolo con el dedo, exclama : 

—Ved lo que yo soy: un árbol seco y torcido, bueno solamente para el fuego. 

Cuando escribe a sus almas dirigidas, llámase con harta frecuencia tronco podrido, caña frágil y junco que crece en los pantanos y muere donde nace. 

Otras veces, compárase graciosamente al asno. 

—"Termino la carta dándole los buenos días —escribe a Inés Grazi—; pues ya es hora de dar la cebada a este pobre asnillo...". 

Habiendo conservado durante toda su vida la inocencia bautismal y no habiendo ofendido a Dios, desde la edad de los 19 años, con falta venial plenamente deliberada, júzgase, sin embargo, el más grande pecador de la tierra y un monstruo de ingratitud y perversión que sólo tiene el mal olor de sus vicios. 

"Me parece ser peor que un demonio, una inmunda cloaca como en realidad soy". "Cuando ruegue por los pobres pecadores —escribe a una de sus dirigidas— póngame en primer lugar, como a su capitán general". 

Que tales expresiones en boca o en la pluma del santo no son vanas fórmulas carentes de sentido, sino frases que responden a los sentimientos más íntimos de su corazón, lo demuestran las abundantes lágrimas con que suele acompañar sus sentidas y sinceras palabras. 

Un día Pablo de la Cruz, con su crucifijo de misionero, está a punto de entrar en una ciudad. De pronto, rompe a llorar amargamente. El compañero, sorprendido, pregúntale:

—¿Por qué llora, Padre?

—Y ¿cómo no he de llorar, considerando que entra en esta ciudad tan gran pecador que tantas veces ha merecido ser ahorcado por sus grandes iniquidades y pecados? Temo que esta ciudad se hunda, apenas ponga en ella mis pies. 

El vicio de la soberbia o vanagloria jamás empaña su alma ni le da pie para poder acusarse del más leve defecto tocante a esta materia.

"No comprendo cómo puede haber quien se ensoberbezca, pues todo lo bueno que hay en nosotros es de Dios. Si me asaltara el más leve pensamiento de vanagloria —decía a sus hijos— me consideraría un réprobo condenado para siempre al infierno". 

Si a veces refiere algún hecho que pueda redundar en su alabanza, refiérelo con tan ingenuo candor, que todos comprenden al punto que al hablar así es movido del espíritu de Dios, ya que los sucesos referidos por él redundan siempre en la mayor gloria de Dios o de la Congregación, o en la mayor edificación espiritual de las almas. Pero, aun en estos casos, jamás emplea palabras que huelan en lo más mínimo a vanidad. Pablo de la Cruz, ingenuo, sencillo como un niño, atribuye toda la gloria a Dios. Para sí se reserva únicamente la confusión de no haber correspondido a la gracia de Dios y colaborado en la obra que el Señor le encomendara. 

Los ejercicios de humildad que Pablo de la Cruz se impone voluntariamente responden al bajo concepto que de si mismo tiene formado. Siendo Fundador y General del Instituto, arrodillase delante del Rector del Convento, y con una corona de espinas sobre la cabeza, una soga al cuello y una cruz sobre los hombros, se acusa en público refectorio de haber escandalizado a la Comunidad.

En la vigilia de las grandes festividades religiosas y en el Jueves Santo, póstrase a los pies de sus religiosos, y con abundantes lágrimas en los ojos, pídeles humildemente perdón suplicándoles encarecidamente rueguen por él para que pueda salvar su pobre alma. 

El título de Fundador y General con que es honrado le ocasiona mayor humillación. 

"¡0h, si supiesen los que me llaman Fundador... qué puñalada me dan en el corazón y qué pena me causan, no me lo dirían... Me tiran sangre a los ojos... me ponen delante mis ingratitudes y me hacen recordar que he oscurecido e impedido con mis culpas la obra de Dios..." 

Esperando un día ser recibido de un Prelado, le preguntan en la antesala: 

—¿Quién es el Fundador de los Pasionistas? 

—Un pobre pecador —contesta el siervo de Dios. 

Admitido a la audiencia, el Prelado le interroga: 

¿Dónde está el Fundador del Instituto? 

—No muy lejos de Vos —replica humilde y avergonzado Pablo de la Cruz. 

Hablando otro día con un hermano coadjutor, dícele: 

—Hoy es la fiesta de San Ignacio. Yo me he encomendado a él, pues es mi amigo. 

—Ciertamente debe serlo, pues también él es Fundador. 

—Callad —ataja Pablo de la Cruz—. San Ignacio es un gran santo y yo soy peor que una bestia. 

Dechado de heroicas virtudes y ejemplar de regular observancia para todos sus religiosos, considérase indigno de llevar el santo hábito de la Pasión y merecedor de ser expulsado del Instituto. A sus ojos, él constituye piedra de escándalo para la Congregación por él fundada, juzgándose como un cuervo que anida entre blanquísimas palomas. 

Renuncia formalmente al Generalato— aunque la renuncia no es aceptada—, porque quiere vivir oculto e ignorado en solitario convento, dedicado, como simple novicio, a las faenas más humildes de los Hermanos Coadjutores. 

—Si me fuera dado elegir, cambiaría voluntariamente. ¡Y sabe Dios que no miento! Pocos santos fueron en vida tan alabados y honrados de las muchedumbres, de los príncipes, de los reyes y Pontífices como Pablo de la Cruz. Pero los honores que el gran Apóstol recibe en el curso de su vida sólo sirven para que campee y brille más su humildad. 

Cuando alguno, atraído por la fama de santidad de que goza Pablo de la Cruz, logra entrevistarse con el siervo de Dios, éste recurre a ingeniosas estratagemas para ocultar su virtud, adoptando un aire de hombre vulgar, rudo y sin letras, o bien, llevando la conversación a temas intrascendentes y mostrando que sabe guisar los alimentos a gusto de los comensales. 

El trata de ocultar la virtud y los dones naturales de que tan pródigamente ha sido favorecido, y quiere ser tenido de todos por rudo e ignorante. 

Después de predicar elocuente y bello sermón a la Comunidad, dice a uno de sus religiosos: 

—Así predican los ignorantes. Son largos en sus discursos y no aciertan a acabar nunca. 

Recibido y agasajado de los Sumos Pontífices Clemente XIII y Clemente XIV, que le veneran como a un santo, y visitado en su propia celda por el Pontífice Pío VI, no por ello se envanece. Tales muestras de veneración y de distinguido afecto confunden al siervo de Dios, el cual permanece corrido y avergonzado, con la cabeza inclinada, ante los Vicarios de Cristo. 

Las muchedumbres, entusiasmadas por la elocuencia arrebatadora del Santo, quieren tocarle y conservar, como preciada reliquia, algún trozo de su hábito o manteo. Conseguido el piadoso e indiscreto hurto, al percatarse de ello el siervo de Dios, díceles burlonamente:

—Me han cortado el hábito creyendo que era yo el P. Abad, siendo así que soy el cocinero. Si me conocieran, huirían de mí como de un apestado. 

Otras veces díceles: 

—Andad, andad; id a hacer calcetas para vuestras gallinas. 

Y cuando la muchedumbre se dispersa, y él queda solo, rompe en amargo llanto.

—Pobre de mí! Es necesario que me cierren bajo llave. El mundo se engaña. Cree que soy lo que en realidad no soy. 

Un día, al atardecer, cruza la playa de Orbetello con un Hermano Coadjutor. Un pescador que no le conoce, pero que ha oído hablar de él, díceles: 

Dichosos vosotros que vais a Monte Argentaro. donde vive tan gran santo como es el Padre Pablo. 

El siervo de Dios se turba; muda de color 

Ved lo que yo soy: un árbol seco y retorcido... 

y no acierta a proferir palabra. Luego, disimulando su turbación:

—Pero ¿quién es ese santo que decís? ¿El Padre Pablo? 

—Sí —contesta secamente el rudo pescador—. El P. Pablo. 

—Pues yo os aseguro que él no cree ser un santo. 

Pues lo crea o lo deje de creer, yo os digo que el P. Pablo es un santo, un verdadero santo, un gran santo. 

Y el siervo de Dios, todo corrido y avergonzado, prosigue su viaje. 

Otro día, dos Prelados pasean con el humilde Pablo de la Cruz. Este, a pesar de sus protestas, se ve obligado a aceptar el puesto de honor. Pero es tal su confusión al pasear en medio de los dos Prelados, que, luego, al referir el hecho, dirá que jamás en su vida sufrió mayor vergüenza. 

En otra ocasión, Pablo de la Cruz conversa con varios personajes de distinción. Estos siéntense molestos por las numerosas moscas que revolotean en la estancia. Pablo, bromeando, dice a los conspicuos personajes: 

—Yo soy un gran pecador; pero si fuera un santo ahuyentaría con la señal de la Cruz estas moscas, para ustedes tan inoportunas. Yo conozco —prosigue el siervo de Dios— un hombre que con este signo (y traza en el aire la señal de la Cruz) las ahuyentó todas de la habitación. 

No ha cesado de hablar cuando, como por arte de encantamiento, desaparecen de la estancia todas las moscas. Milagro tan inesperado confunde al siervo de Dios de tal forma que desde aquel momento se repliega en un religioso y profundo silencio que nadie puede hacerle romper. ¡Tanta era su confusión y. vergüenza! 

Pablo de la Cruz tiene la humildad tan arraigada en su alma y ejerce los actos propios de dicha virtud con tal sencillez y espontaneidad, que parece serle connatural. 

De niño pide el pan de rodillas a sus hermanas. Cuando conversa con otros, mantiene los ojos bajos y la cabeza un tanto inclinada. Júzgase el último de los hombres y ocupa siempre el último lugar. En los conventos escoge para sí la celda más humilde y menos acomodada; interviene en las faenas de los Hermanos Coadjutores; lava los platos, barre su habitación, ayuda al cocinero y sirve la comida a los enfermos. 

En la construcción del primer convento del Instituto, él hace de peón y de albañil; abre las zanjas y acarrea los materiales. 

Misionero apostólico, al final de cada misión, sube al tablado con una corona de espinas sobre la cabeza y una soga al cuello, y derramando copiosas lágrimas, pide a Dios perdón de las faltas cometidas durante la Santa Misión, y al pueblo, de los malos ejemplos y escándalos que le ha dado. Acabada la Misión, para evitar la lisonja y el aura de los vítores y aplausos del pueblo, marcha inmediatamente, o muy de madrugada, a su retiro, no permitiendo que nadie le acompañe. 

En la ciudad de Acquapendente coinciden un día Pablo de la Cruz y San Leonardo de Puerto Mauricio, los dos más famosos misioneros de Italia en el siglo XVIII. Los dos son invitados a dirigir la palabra al pueblo. Pero uno y otro, por su profunda humildad, rehusan tal honor. ¿Quién será el predicador? San Leonardo cede el honor a San Pablo. Este declina el ofrecimiento, y suplica, humilde pero insistentemente, a Leonardo de Puerto Mauricio acepte la invitación. Ante las humildes e insistentes súplicas del Fundador, San Leonardo sube al púlpito y predica uno de sus mejores sermones. 

Acabado el sermón, Pablo de la Cruz pide humildemente a San Leonardo de Puerto Mauricio algunos consejos para regirse en las santas Misiones y obtener fruto en las almas. 

Si la humildad es la virtud característica de su vida, también lo es de su muerte. Pablo de la Cruz quiere asemejarse siempre y en todo a su Divino Modelo, que se humilló hasta la muerte y muerte de Cruz. Por eso el gran Apóstol de la Pasión quiere morir oculto y desconocido y que no se conserve de él memoria alguna. 

Cuando sus religiosos le ruegan escriba algo sobre los orígenes de la Congregación, respóndeles secamente: 

—Lo haré si el Señor me lo inspira. 

Mas su humildad le inspira todo lo contrario. No solamente no escribe sus memorias a autobiografía, sino que procura y ordena le sean entregados todos los escritos y documentos en los que aparece su nombre, pues quiere con sus propias manos lanzarlos a las llamas para que no queden de ellos vestigio alguno. Tal mandato, impuesto en virtud de santa obediencia, es cumplido. Pero sus hijos, apesadumbrados ante tan imprevista e irreparable pérdida, logran sacar antes copia fiel de todos los documentos que hablan de su Santo y Padre Fundador. 

—Si yo pudiera y me fuera lícito —suele decir— borraría mi nombre de los Breves Pontificios, pues no quiero que de mí quede memoria alguna en la Congregación". 

Tampoco quiere, por más que se lo suplican sus hijos, posar ante el pintor para dejarse retratar. Y cuando el artista Tomás Conca consigue, a través de las rendijas de la puerta, dibujar las facciones del Santo, al serle presentado el retrato, exclama todo afligido: 

—¡Dios mío! ¡Qué cara de réprobo tengo!

—No se asuste, P. Pablo —dícele el pintor—. Si le he pintado ha sido para ensayar un esbozo, pues he advertido en usted una frente muy pintoresca. 

Hallándose gravemente enfermo en la Residencia del Santo Crucifijo, dice a su confesor: 

—Si yo muero, mi última disposición es ésta: Celebrarán mis funerales privadamente en la Capilla del Hospicio. Luego, ya oscurecido, dos criados del Hospital me llevarán a la iglesia de los Santos Pedro y Marcelino, donde me enterrarán sin ninguna pompa. Y cuando mi cuerpo se haya corrompido, meterán los huesos en un saco y sobre un jumento los llevarán al Retiro de San Miguel Arcángel al lado de mi hermano, Juan Bautista. 

Al Maestro de Novicios, que le pide les deje en testamento el corazón para conservarlo en la Casa Noviciado, respóndele serio y lloroso: —Mi corazón; Pobre corazón mío! Si merece ser quemado y aventadas sus cenizas, porque no supo amar a Dios!... 

En el ocaso de su vida, visitando una vez Monte Argentaro, cuna de la Congregación, dice a sus religiosos: 

—Si, como es mi deseo, yo muero en este Retiro, sepultad mi cuerpo bajo un castaño, pues no merece ser enterrado en la iglesia. 

Pablo de la Cruz muere en la Ciudad Eterna, en una celda contigua a la Basílica de los Santos Juan y Pablo, coronado de méritos, aureolado de gloria, aclamado por sus hijos como Santo Fundador, venerado por Pío VI como un gran siervo de Dios y admirado por las muchedumbres como uno de los más grandes taumaturgos de la Iglesia. 

Pero Pablo de la Cruz, agónico, rodeado de la religiosa comunidad, momentos antes de recibir por Viático el Pan de los fuertes, deshácese en acentos de la más profunda humildad. 

—¡Pobre de mí —exclama sollozante—. He aquí que al separarme de vosotros para entrar en la eternidad, no os dejo otra cosa que mis malos ejemplos; si bien es verdad que nunca fue ésta mi intención, pues siempre deseé vuestra santidad y perfección. Con el rostro contra el suelo os pido perdón, y con gemidos de mi pobre corazón a toda la Congregación aquí presente y ausente, y os recomiendo mi pobre alma a fin de que el Señor la acoja en el seno de su misericordia, como espero por los méritos de su Santísima Pasión y Muerte". 

El P. Juan María, su confesor, para complacer al Santo, el cual ha deseado morir en la ceniza y el cilicio, toma una soga y la ciñe al cuello del siervo de Dios. Y así exhala su último suspiro el gran Apóstol de la Pasión, expandiendo los más fúlgidos y bellos resplandores de su profunda y extraordinaria humildad, en el postrer momento de su vida.

P. Juan de la Cruz, C.P.

martes, 21 de enero de 2014

SANTA INÉS - 21 DE ENERO


SANTA INÉS, 
Virgen y Mártir 
† martirizada hacia el año 304 en Roma 

Patrona de comprometidos en matrimonio; castidad; pureza; 
niñas; vírgenes; víctimas de violaciones; jardineros. 

He aquí a la esposa del Cordero de Dios. Búrlase ella para conservar su cuerpo y su corazón para su esposo Jesús de las proposiciones y de las amenazas del tirano. Los ángeles la acompañan a un lugar infame y dan muerte al insolente que quiere arrebatarle la honra; mas ella devuélvele la vida y lo convierte a la fe. Se la echa al fuego, pero el fuego respeta a la tierna virgen y da muerte a los verdugos. Condenada, finalmente, a ser decapitada, inclina la cabeza y va al cielo a juntarse con su Esposo divino a quien prometiera fidelidad. 


MEDITACIÓN 
SOBRE LA VIDA DE SANTA INÉS 

I. Santa Inés consagra su cuerpo y su alma a Jesús, a los trece años, mediante el voto de castidad. ¡Qué amable Esposo elige! ¡Qué bello! ¡Qué sabio! ¡Qué poderoso! ¡Cuánto amor tiene por ella! Conságrate enteramente a Él y experimentarás los dulces efectos de su amor. ¡Oh Jesús, divino Esposo de nuestra alma, si los hombres os conociesen, os amarían y despreciarían las efímeras bellezas de la tierra para poseeros! ¡Os amo, Dios mío! Si es poco, haced que os ame con amor más ardiente y más puro (San Agustín). 

II. Se amenaza a Santa Inés con los tormentos más crueles si no se casa con el hijo del prefecto de Roma, pero ella responde que es la prometida de Jesucristo. Se la arroja a las llamas, pero éstas no hacen sino aumentar su amor; las heridas la hacen más bella y más parecida a su divino Esposo. ¿Qué haces tú para conservar tu cuerpo y tu alma para Jesucristo? ¿Qué tormentos soportarías? Avergüénzate de saberte menos generoso que una niña de trece años. Tenía menos fuerzas que tú, pero más valor; tenía más fe y amor para con Jesucristo. 

III. Se le promete una considerable fortuna si consiente en casarse con el hijo del prefecto; resiste a las seducciones como ha resistido a los suplicios. ¡Cuán pocas personas hay que resistan al atractivo de los placeres! Cuídate de ese doble veneno. Es más fácil resistir a los tormentos que a la voluptuosidad. Los tormentos aterran: la voluptuosidad halaga (San Cipriano). 

La castidad. 
Orad por la buena educación de la juventud.

ORACIÓN 
Dios todopoderoso, que elegís en el mundo a los más débiles para confundir a los más fuertes, haced, por vuestra bondad, que, celebrando la solemnidad de vuestra virgen Santa Inés, experimentemos los efectos de su protección junto a Vos. Por J. C. N. S.

Santoral del P. Grosez, S.J.

viernes, 17 de enero de 2014

SAN ANTONIO ABAD - 17 DE ENERO



SAN ANTONIO, 
Abad
 n. 251 en Heraclea, Egipto; 
† 356 en el Monte Colzim, Egipto 

Patrono de ermitaños, monjes, amputados, animales, cerdos, tejedores 
de cestas, fabricantes de cepillos, carniceros, enterradores, quienes
 están afectados por enfermedades de la piel, epilépticos. Protector 
contra la epilepsia y enfermedades de la piel en general. 


Si quieres ser perfecto, anda y vende cuanto tienes, y dáselo a los pobres, 
y tendrás un tesoro en el cielo: ven después y sígueme. (Mateo 11, 21) 

San Antonio, al oír estas palabras del Evangelio, se las aplicó como si hubieran sido dichas especialmente para él. Distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró al desierto. El demonio, para seducirlo, empleó toda la pompa de las grandezas, todo el brillo del oro y todos los atractivos de la voluptuosidad; pero su humildad lo libró de sus asechanzas, el temor al infierno extinguió los ardores impuros que encendía en su corazón, y la invocación a Jesús le dio la victoria sobre todos sus enemigos. Murió en el año 356. 


MEDITACIÓN 
SOBRE LA VIDA DE SAN ANTONIO 

I. San Antonio abandona y desprecia el mundo, dócil a la inspiración de Dios. Lo abandona generosamente, en la flor de su edad, para consagrar a Dios en el yermo el resto de su vida. ¡Cuántas veces tú también oíste las mismas palabras que convirtieron al santo! Sin embargo, todavía estás en el mundo. No te da el mundo sino trastornos y disgustos, y con todo lo amas; ¡qué no harías si te procurase felicidad! 

II. El mundo sigue a San Antonio a la soledad para tentarlo allí. El demonio se sirve de la voluptuosidad, del brillo de las riquezas y de los honores; emplea halagos, amenazas, ilusiones y tormentos, a fin de echarlo de su desierto. Pero quien había vencido al mundo en el mundo, lo venció también en la soledad. La humildad, la oración, la austeridad, la invocación a Jesús le dieron la victoria sobre todas esas tentaciones. Vete a donde quieras, en todas partes encontrarás tentaciones; siempre te atacará el demonio, te seguirá tu carne y te perseguirá por todas partes. 

III. Nuestro santo quiere pagar al mundo con la misma moneda; este enemigo había ido a atacarlo a su soledad, va el santo a desafiarlo hasta su casa. Deja el desierto para predicar el desprecio de las riquezas y de los placeres, para animar a los mártires, para confirmar a los cristianos en la fe. Aprended, almas santas, a dejar vuestra soledad y la suavidad de la contemplación para trabajar en la salvación de las almas. Aprended a combatir valerosamente al mundo por medio del ejemplo de vuestra vida y de vuestras santas conversaciones. 

El amor a la soledad. 
Orad por los que son tentados. 

ORACIÓN 

Señor, os rogamos hagáis que la intercesión de San Antonio, abad, nos torne agradables a Vuestra Majestad, a fin de que obtengamos por su asistencia lo que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S.

Santoral del P. Grosez, S.J.

jueves, 16 de enero de 2014

LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA EN EJEMPLOS - 16


FAMILIA QUE SE SALVA 

El día 26 de noviembre de 1983, Patrick Neger, su esposa Elisabeth y sus dos hijos Pathy, de tres años, y Ludovic, de veintitrés meses, visitaron el Santuario que fue lugar de las apariciones de María Santísima a Santa Catalina Labouré, oyeron Misa, compraron unas Medallas Milagrosas y se ecomendaron a las oraciones de las Hijas de la Caridad, ya que salían de viaje. 

Era la una de la madrugada del día 27 de noviembre, festividad de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa, cuando el vuelo de Avianca se acercaba con normalidad al aeropuerto de Barajas. De repente perdió altura, le hizo capotar y cayó en una hondonada, incendiándose a continuación. 

«Creo que, a causa del impacto —recuerda Patrick—, se rompió la puerta de emergencia que teníamos al lado, y me vi saliendo por los aires, mientras que una lluvia de proyectiles me golpeaban, después me desmayé. Cuando volví en mí, me encontré en medio del campo, rodeado de trozos de avión. Me parecía una pesadilla, pero no lo era... En esto pude observar la silueta de una mujer con dos niños. ¡Eran mi mujer y mis hijos, estaban vivos!» La Virgen no defraudó su confianza, sino que demostró a las claras su protección maternal, pues al primer grito de admiración ante este hecho tan insólito, hizo exclamar a Patrick Neger, que aquello era un verdadero milagro de María Santísima. 

(«Lourdes-Fátima»)

martes, 14 de enero de 2014

DICHOS DE SANTOS


Ellos entonces poseen los templos. Vosotros en cambio la tradición de la Fe apostólica. Ellos, consolidados en esos lugares, están en realidad al margen de la verdadera Fe, en cambio vosotros, que estáis excluidos de los templos, permanecéis dentro de esa Fe. Confrontemos pues ¿qué es más importante, el templo o la Fe? y resultará evidente desde luego, que es más importante la verdadera Fe. Por tanto, ¿quién ha perdido más, o quién posee más, el que retiene un lugar, o el que retiene la Fe? El lugar ciertamente es bueno, supuesto que allí se predique la Fe de los Apóstoles, es santo, si allí habita el Santo. Vosotros sois los dichosos que por la Fe permanecéis dentro de la Iglesia. 

San Atanasio el Grande. 
 Carta del año 356,  Patrología Griega, tomo 26, col. 118/90.

Aquí San Atanasio se refiere a los herejes arrianos que se habían apoderado de los templos, esto mismo se puede aplicar en nuestros días a los herejes modernistas que ocupan nuestros templos.

domingo, 12 de enero de 2014

VISIÓN DE LA VENERABLE SOR FILOMENA FERRER


Una visión extraordinaria 

No todos los santos han gozado de gracias extraordinarias o místicas. Nuestra Sor Filomena, sí. El Señor la condujo por vías extraordinarias desde cuando a los doce años, poco después de hecha la Primera Comunión, vivió un éxtasis que le duró dieciocho horas. 

Cierto día, mientras estaba sumergida en la oración, tuvo una visión en la que le pareció contemplar la Iglesia de San Pedro del Vaticano y arriba tres estrellas formando una especie de triángulo que representaban estos misterios: El Corazón de Jesús de quien siempre fue muy devota y como haciéndole guardia la Virgen María y el Arcángel San Miguel. 

La misma Sor Filomena explicaría después con riqueza de detalles tan prodigiosa visión: Era el Sagrado Corazón que estaba lleno de gracias y favores para regalarlos a sus hijos los hombres e iba buscando algún corazón para poderle regalar cuanto encerraba en el suyo. Pero por más que buscaba no encontraba ninguno donde poder reposar a su gusto. Al contrario, en todos hallaba espinas y, malezas que le impedían quedarse a gusto en aquel lugar. 

Mientras contemplaba la escena de dolor y búsqueda se aparecieron dos estrellas que se colocaron a ambos lados como queriendo significar que venían a consolarle y a reparar los pecados que recibía de aquellas almas. Dentro de estas estrellas estaban, en una, la derecha, la Virgen Inmaculada y la de la izquierda San Miguel Arcángel. 

Nuestra vidente le pareció comprender que allí estaba el Corazón Sacratísimo de Jesús dispuesto a derramar sus gracias sobre todos los hombres, pero quería hacerlo por medio de María, su Madre. El encargado de llevar estas gracias hasta los hombres era el Arcángel San Miguel. 

Entonces oyó una voz del Corazón de Jesús que decía: —«Yo reservo copiosos tesoros de mi Corazón para los últimos tiempos para reanimar la fe medio muerta de los cristianos de estos tiempos».

VENERABLE SOR FILOMENA FERRER
Fr. Rafael Mª López Melús

sábado, 11 de enero de 2014

MILAGROS Y PRODIGIOS DEL SANTO ESCAPULARIO DEL CARMEN - 21


SE DEFIENDE DEL DEMONIO, MEDIANTE EL SANTO 
ESCAPULARIO, UN GRAN DEVOTO DE MARÍA

Nuestro venerable P. Fr. Miguel de la Fuente nos dice que en Medina del Campo había un fervoroso Terciario que vestía con suma devoción el bendito Escapulario. Padecía este varón de Dios vehementísimas y fuertísimas tentaciones de parte del demonio, mas de todas ellas salía derrotado el tentador, pues defendía a su Terciario la Virgen Santísima mediante su bendito Escapulario. 

Asestó, por último, todos sus ardides y astucias Lucifer por ver de conseguir el que el siervo de Dios se quitara el Santo Escapulario, esperanzado el enemigo en que si lograba se lo quitase lograría fácilmente su victoria. Resistió el piadoso varón con indecible fortaleza e inaudita constancia la terrible y enconada lucha que para lograrlo le hiciera durante muchos días el dragón infernal. Irritado al fin el diablo de su paciente y heroica constancia, tomó, cierta noche, forma visible, y en figura de monstruoso gato, entrando en su aposento cuando ya el buen hombre se hallaba recogido, centelleándole los ojos, erizado el pelo y horrorizándole con lo fiero de sus uñas, se arrojó sobre él haciendo presa en su garganta. 

Se juzgó ahogado el devoto de María Santísima, mas, empuñando el Escapulario y mostrándoselo al enemigo, se dio al punto Luzbel por vencido, y cual si le pegaran fuego emprendió vertiginosa fuga, mientras con palabras rabiosas le decía : "Quítate ese hábito de la Capilluda con que constantemente nos atormentas." 

¡Oh, blasfemo, carnicero lobo bajo la piel de horroroso gato! No mientes por su nombre a María Santísima, porque tu lengua asquerosa no manche la pureza de su Santísimo y Dulcísimo nombre. No le pronuncies, para que tu infecto tenebroso aliento no brille con las claras luces de esta resplandeciente Estrella. 

Confiese confundida tu soberbia, que continuamente os atormenta el bendito Escapulario de María Santísima del Carmen, para que viendo todos cómo pretende tu protervia y malicia disuadir a unos de que le vistan e impulsar a otros a que le dejen, que le vistan todos y crezca de día en todos el deseo de vestirlo, y el esmero en no dejarlo jamas, a fin de que se propague de día en día la devoción y el amor a nuestra dulce Madre.

Milagros y Prodigios del Santo Escapulario del Carmen 
por el P. Fr. Juan Fernández Martín, O.C.

viernes, 10 de enero de 2014

APARECEN CABEZAS DE CERDO Y PÁGINAS ENSANGRENTADAS DEL CORÁN EN EL SOLAR DONDE SE CONSTRUIRÁ LA PRIMERA MEZQUITA DE ISLANDIA

Imagen de la cabeza del cerdo aparecido en el solar donde se construirá la primera mezquita de Islandia. En el recuadro superior, el sueco Óskar Bjarnason
Imagen de la cabeza del cerdo aparecida en el solar donde se construirá la primera mezquita de Islandia. En el recuadro superior, el sueco Óskar Bjarnason
Tres cabezas de cerdo y páginas ensangrentadas del Corán han aparecido en el solar destinado a la construcción de una mezquita, la primera del país, por parte de la Asociación de Musulmanes en Islandia.
Benedikt Lund, de la policía metropolitana de Reikiavik, señaló que es poco probable que el caso sea investigado por carecer de pruebas.
Un artículo del Código Penal islandés establece multas y penas de prisión de hasta dos años contra cualquier persona que se burle, difame, insulte o critique a otra a causa de sis creencias religiosas.
Óskar Bjarnason, un sueco de vacaciones en el país noratlántico, declaró al portal a visir.is que estuvo presente cuando ocurrió el incidente y apuntó que unas 20 personas participaron igualmente en el acto de protesta contra la construcción de la mezquita, incluidas “figuras prominentes de Reikiavik”.
“Se comportan como animales”
Óskar Bjarnason justificó su rechazo a la mezquita por razones de seguridad. “Representan una amenaza contra el mundo. Después de conseguir que se construyeran mezquitas en Suecia, comenzaron a congregarse en ellas. Muchos de elloshan sido autores de violaciones de mujeres suecas. El islam justifica estas violaciones contra mujeres impuras. Ellos mismos dicen públicamente que la mujer sueca es una puta y no pasa nada. Se comportan como animales”.
Bjarnason denuncia asimismo que los musulmanes quieran prohibir la cruz en la bandera de Suecia, al considerarla una provocación contra ellos.
“Las presentadoras de la televisión de Noruega ya no pueden llevar una cruz en el cuello. Se está intentando prohibir el hígado de cerdo en las escuelas de Dinamarca, porque hay chicos musulmanes allí. Van a apoderarse del mundo y esto ha sido solo una protesta en contra de ello”, añadió.
El Ayuntamiento de Reikiavik aprobó recientemente la ejecución de las obras para construir la primera mezquita de Islandia sobre terrenos de propiedad municipal, una decisión que fue muy contestada en amplias sectores de la sociedad de Islandia. En las redes sociales, muchos sostienen que el islam es una fuente permanente de conflictos y dicen estar convencidos de que la construcción de la mezquita será el primer paso para que Islandia deje de ser uno de los países más seguros del mundo.
 Fuente: alerta digital