jueves, 24 de septiembre de 2009

LAS GRANDES MENTIRAS DE LA HISTORIA "EL EVOLUCIONISMO"

"El hombre desciende del mono por una evolución lenta y progresiva que abarca varios millones de años. El origen de la vida se desconoce, pero es el fruto del azar, a través del encuentro fortuito de algunas moléculas aisladas en el "tinglado" primitivo.

Esto es lo que todos los libros de biología enseñan a vuestros hijos: tal afirmación tropieza no solamente con la Fe católica, sino también con la ley natural, la verdadera ciencia y el normal sentido común. Pero el hombre moderno, al perder su Fe, ha perdido el sentido común, y por eso acepta sin inmutarse tales enseñanzas.

La revolución, más preocupada en destruir que en construir, enseña a nuestros hijos que la Biblia se ha equivocado, que Dios no tiene nada que ver con la historia de la Creación del mundo. Por eso, la revolución construye el siguiente silogismo:
-Vuestros padres y la Iglesia Católica os han dicho que Dios había creado al hombre del barro de la tierra.

-Ahora bien,la ciencia demuestra lo contrario: el hombre desciende del mono.
-Por consiguiente, vuestros padres y la Iglesia Católica os han mentido.

Si os han mentido en este tema, han debido hacerlo respecto a otros, no podemos estar seguros de nada: no hay ni Dios, ni Verdad. Todo cambia y todo evoluciona.

La enseñanza de la Iglesia católica es muy clara: el Espíritu Santo nos dice en el libro del Génesis: "Y Dios creó al hombre a su imagen: los creó macho y hembra". "Dios formó al hombre del polvo de la tierra y exhaló en su nariz un aliento de vida y el hombre llegó a ser un ser vivo."

El hombre moderno, lleno de orgullo, afirma que no puede someterse a esta verdad. ¡A mí me parece más noble descender de Dios que descender del mono!
Quiérase o no, la vida proviene de Dios y sólo Él puede crearla. Los decididos sabios americanos que habían creado artificialmente, hace unos decenios, un grano de trigo, todavía aguardan a que germine.

¿Qué es el evolucionismo?. - Es la doctrina por la cual las especies se transformarían unas en otras: así de la materia inerte habría salido la primera célula, a continuación de ésta los seres pluricelulares invertebrados y seguidamente de éstos el pez, el reptil, el mamifero, el mono y ¡por fin el hombre!

Resumámoslo en esta célebre fórmula de Darwin: Evolucionismo= cambio + selección natural+ largos períodos.

Pero esta fórmula capciosa esconde toda una serie de flagrantes mentiras:

1ª mentira: "el evolucionismo". Efectivamente se observa una evolución pero ésta es o indiferente o regresiva y nunca progresiva. De un mono inteligente tal vez puede salir un mono menos inteligente, pero nunca un hombre.

2ª mentira: "los cambios". La mayoría de los cambios genéticos o cromosomáticos son insignificantes o dañinos. No puede existir evolución progresiva sin aparición de genes nuevos y funcionales, mientras que la sexualidad no aporta ningún gen nuevo y solamente puede provocar un cambio de posición, una repetición o duplicación de algunos nucleótidos o genes.
El A:D:N. (Acido Desoxirribonucleico) no puede enriquecerse con genes desconocidos. Hay mutaciones que pueden provocar tal vez la desaparición de un órgano pero nunca la aparición de uno nuevo.

Dicho con sencillez; esto quiere decir que se puede ir de más a menos pero nunca de menos a más. ¡ciertos cambios genéticos podrán conseguir que haya vacas sin cuernos `pero no podrán hacer creer cuernos a ciertas especies que nunca los han tenido!

3ª mentira: "los largos períodos".
Se pueden aplicar a los cambios, fruto del azar, las leyes matemáticas del cálculo de las probabilidades. Cualquier científico o matemático honrado os dirá que sería necesario multiplicar por 10 seguido de millares de ceros el tiempo de los períodos geológicos para que el mecanismo "cambios + selección natural" pueda originar el órgano más insignificante.

4ª mentira: "los cambios entrañan la evolución". Existe una absoluta incompatibilidad entre la evolución progresiva y el carácter aleatorio de los cambios o mutaciones.

5ª mentira: "la selección natural". La selección natural de ninguna manera puede originar la aparición de un nuevo órgano.

6ª mentira: "el árbol genealógico es único y todas las especies descienden unas de otras". Esto es imposible: los evolucionistas han tenido buen cuidado en no contar más que los casos favorables y encubrir celosamente los desfavorables. Han hecho de la tesis del árbol genealógico una ley absoluta a la que deben someterse el resto de los hechos. De la misma manera olvidan que la paleontología no descubre las partes blandas de los organismos.

7ª mentira: "todo se ha hecho poco a poco". No es cierto. La Naturaleza sigue la lay del todo o nada. Así pues, no se puede decir que un ojo sin retina funcione peor que un ojo con retina, ya que un ojo sin la retina no funciona en absoluto, de la misma manera que un coche sin carburador no funcionará nunca. Si todo se ha hecho poco a poco, ¿dónde se encuentran las especies intermedias entre el mono y el hombre, ya que siempre hay sobre la tierra no sólo hombres (que no son monos) sino también monos (que no son hombres).

8ª mentira: "las osamentas que se han hallado prueban la verdad de las tesis evolucionistas". Falso, pues en numerosos terrenos se han encontrado al mismo tiempo esqueletos antiguos y modernos; así Dubois, el famoso descubridor del "Hombre de Java" (el Pitecántropo), ha confesado después de varios años que había encontrado osamentas de fecha moderna junto a aquéllas del hombre de Java.

Puesto que la mayor parte de los esqueletos son reconstituidos artificialemtne a partir de un trocito de hueso, a menudo hay errores o falsas alarmas: y así el famoso diente de Hesperopiteco era solamente el diente de un jabalí; el hombre de Pildow, del que se afirmaba que tenía una antiguedad de 500.000 años, era un cráneo de un hombre actual unido a una quijada de mono, todo ello tratado con bricromato de potasio y sulfato de hierro y con los dientes limados para hacer ver su antigüedad.

9ª mentira: "Ya no faltan eslavones en la larga cadena que va del mono al hombre". Falso. ¡Entre el último Ramapiteco y el primer Australopiteco, hay un vacio de 10.000.000 de años, desprovisto de fósiles! Además esta famosa cadena es un engaño: ¿por qué los hombres-monos han desaparecido mientras que existen siempre hombres, monos y chimpancés? Semejanza no quiere decir descendencia.

10ª mentira: "el azar puede dar lugar a todo".Falso. Más que un factor de orden, el azar es un factor de desorden. Hacen falta 27.000 pares de nucleótidos para poder formar el pigmento de un ratón, errando tal vez en el proceso con la alteración de uno solo de ellos; ¿cómo es posible que el azar pueda dar lugar a la evolución completa de una especie y a la aparición de nuevos órganos? Sabemos que la posibilidad de cambio en los seres vivos es de 10.50; ¡no hay ni una posibilidad sobre 100.000 de que aparezca en mil millones de años un solo Vertebrado Tetrápodo provisto de genes nuevos y funcionales!

11ª mentira: "todo evoluciona". No es cierto. Hay un número incalculable de bacterías, algas marinas, amebas, peces, anfibios, reptiles, mamíferos, que no han evolucionado desde el Primario, son exactamente las mismas que las que viven actualmente.

Además el evolucionismo no puede explicar la diferencia esencial que existe entre el mono y el hombre, es decir la existencia en este último de un alma inmortal.
Puesto que los peces no tienen necesidad de patas, ¿por qué los evolucionistas actuales desean ver crecer las patas a estos pobres peces para que así puedan transformarse en reptiles?

12ª mentira: "Con el método del CArbono 14 para fijar fechas, podemos probar que el hombre ha hecho su aparición hace un millón de años". Falso. Los objetos con más de 50.000 años no pueden ser fechados con este procedimiento; además tal sistema para fijar fechas no podría ser eficaz más que si el nivel de Carbono en la atmósfera fuera constante durante todo el periodo estudiado (no es éste el caso); también tiene que ser homogénea la prueba estudiada.
La precisión dada por tal sistema para conocer fechas o tiempos, es tanto más dudosa cuanto más antiguo es el objetivo. A menudo este sistema consiste en medir los segundos con un reloj que no tiene más que una manecilla para marcar las horas.

13ª mentira: "La fecha histórica del terreno nos da la fecha histórica de los fósiles que se encuentran en él".Falso también. A menudo se encuentran fósiles de épocas muy distintas en un mismo lugar: eso es debido a los movimientos de tierra provocados por los deslizamientos, los temblores y el volcanismo. Además muchos fósiles han sido destruidos o bien, jamás han sido descubiertos y no se halla nada más que una intima parte de los animales que han vivido en el mismo tiempo histórico del terreno. Por otra parte, la ausencia de fósiles en un terreno no significa que esta especie no ha existido en esa época.

14ª mentira: "Lamark afirma que los seres vivos se transforman adaptándose a nuevas situaciones: así el cuello de la jirafa se ha alargado para permitirle comer las hojas de los árboles altos". ¡Absurdo! Los caracteres adquiridos conciernen solamente a lo somático, es decir al cuerpo, y nunca se transmiten por herencia. Además la evolución de un órgano no explica su aparición.

15ª mentira: "Darwin se atreve a decir que la selección natural explica cómo el nuevo órgano se ha constituido gracias a la ventaja ofrecida por su función". Falso. La selección natural no puede crear un órgano nuevo. El órgano precede a la función y no a la inversa.

Los evolucionistas ofrecen en demasía falsos razonamientos de este tipo: así afirman que las aletas lobuladas de los peces acantopterigios ofrecían a éstos la posibilidad de arrastrarse sobre el fondo de los océanos, facilitándoles de esta forma su salida del agua y transformarse en reptiles. Pero estos señores olvidan de explicarnos el porque de la presencia en estos peces de tal sistema óseo que es un órgano muy poco idóneo para la natación.

Todas estas mentiras prueban que el evolucionismo es un tremendo engaño astutamente preparado por pseudosabios que creen que la gente es tonta.
Edmundo Rostand afirmaba: "el evolucionismo es un cuento de hadas para personas mayores". Otro evolucionista decía (Y. Delage): "Estoy totalmente convencido que se es o no se es evolucionista según los criterios que se tengan en historia natural pero influido por las propias opciones filosóficas", lo que quiere decir que se profesa el evolucionismo como medio de difusión del propio ateismo militante: es una forma como otra cualquiera de luchas contra Dios y su santa Ley.

El evolucionismo es una falsa verdad cientifica que se opone a la verdadera ciencia y a la verdadera religión. Los evolucionistas rechazan todo principio superior sin dejar lugar alguno a lo sobrenatural: preparan el camino a un agnosticismo profundo que acabará rápidamente en el ateísmo. El Papa San Pío X en 1907, decía que el evolucionismo es una parte integrante del modernismo.

Esta necia doctrina está en oposición flagrante con la Fe católica. No podemos ser evolucionistas y recitar la primera frase del Credo sin caer en una gran contradicción: "Creo en Dios, Creador del Cielo y de la Tierra".

Los católicos no tienen nada que temer de los progresos de la ciencia: los notables experimentos de Watson y Crick sobre el Acido Desoxirribonucleico (ADN), o los de Jacob y Monod sobre el mecanismo regular de las proteínas, son sencillamente pruebas maravillosas de la existencia de Dios, un Dios Creador que ha previsto el engranaje extraordinario de las moléculas: la vida no ha podido aparecer por simple azar. Dios ha creado el mundo, hace varios millones de años quizás, pero la creación de Adán y Eva data a lo sumo de unos 10.000 años, no más. El texto del libro de Génesis no ofrece ninguna duda en este sentido.

Incluso este revolucionario que se llamaba Voltaire afirmaba: "El Universo me molesta, pero no puedo imaginar que este reloj funcione y no exista relojero alguno".

Padre J.L. Lafitte. (fsspx)

NOTA. Este articulo ha sido redactado tomando como base el excelente libro de J.F. Peroteaur: "De la seducción a la superchería transformista".